Maria Grazia, la directora creativa de Dior, se ha caracterizado por darle un toque activista a la marca y cuando se trata de prendas de alta costura, algo que se sabe que es un privilegio solo para algunos pocos, según Vogue, “ella justifica su existencia utilizando su plataforma para promover personas y mensajes que marcan la diferencia”.
En esta oportunidad invitó a la artista ucraniana Olesia Trofymenko, lo que no es gratuito, por el momento coyuntural en guerra que vive el país de la artista. Su trabajo está hecho a partir de bordados que Grazia descubrió en el museo Maxxi de Roma y afirma que cuando vio su trabajo entendió que debía hacer algo con ella, especialmente porque le rinden tributo a la tradición ucraniana, están basados en la vestimenta y los motivos folclóricos.
Se reinterpretaron trajes típicos de muchas culturas y se exaltó el bordado
Las prendas fueron hechas en colaboración con la Escuela de Artesanía Chanakya en India, y es notable su trabajo entre culturas. Grazia analizó y encontró rasgos en común entre patrones regionales de bordado y costura, especialmente aquellos que son fuente de orgullo y patriotismo. “Indican una pertenencia regional a menudo tienen mucho en común a través de fronteras y creencias.
A través de la gramática de la Alta Costura, mezcló libremente sus inspiraciones en una colección que se sintió como un guardarropa para la comunidad global”, se afirma en Vogue.
Las siluetas clásicas de Dior se adaptaron a los nuevos diseños y la colección estuvo basada en el árbol de la vida, fue una mirada a la Madre Tierra con un enfoque pospandemia con miras hacia la reconstrucción de la vida y del mundo.
Se reflexionó sobre la situación actual del mundo y su crisis de salud y violencia
Maria Grazia aprovechó el momento como un espacio perfecto para hacer un llamado de conciencia frente a los últimos acontecimientos de penalización del aborto en Estados Unidos.
La directora cerró el desfile con una reflexión sobre el estado del mundo, habló sobre el difícil momento que atraviesa el país del norte con el ascenso político del movimiento pro-vida, además de la guerra en Ucrania a la que muchos ya se “acostumbraron”, y se refirió a las actuales restricciones por cuenta del Covid en China. ‘Hay personas en mi estudio que no han visto a su familia en tres años’, afirmó.
Desde la casa de modas Dior, la directora creativa continúa alzando la voz por sus luchas. Ha usado esta vitrina para reflexionar y crear conciencia a pesar de que sea una industria difícil. Grazia insistó en que la moda tiene un lugar influyente para ser responsables y marcar una diferencia como la tercera industria más grande del mundo. Una conciencia que es urgente.

