La historia personal de Mary Kay Ash, la fundadora de Mary Kay Cosmetics, fue el motor principal para la creación de su compañía. La emprendedora nacida en Texas en 1918 tuvo que hacerse cargo desde los 7 años de su padre que sufría de tuberculosis, y aunque fue siempre una estudiante estrella, su sueño de ir a la universidad siempre se estancó por problemas económicos y familiares.
La joven saltó directamente a trabajar en compañías de ventas como vendedora y entrenadora de ventas, pero cuentan que se frustró luego de experimentar varias injusticias y una notoria desigualdad laboral frente a los hombres. Mary Kay pronto comprendió que la carrera hasta la cima sería imposible y que no podría escalar o ascender más que sus compañeros, por más que se esforzara o estuviera mejor calificada. Entonces, en 1963, Ash decidió renunciar a las ventas uno a uno y crear algo para ayudar a las mujeres en el mundo de los negocios. Primero contempló escribir un libro, pero rápidamente se dio cuenta de que debía ser algo más poderoso, y su proyecto inicial se convirtió en un plan de negocios que hizo en conjunto con su hijo Richard Rogers.
Con una inversión de tan solo 5.000 USD nació Mary Kay Cosmetics, una empresa cuyo valor añadido de fortalecer a las mujeres y darles poder en el mundo de las finanzas sigue siendo parte estructural de su misión fundacional, y es hoy una de las principales empresas de cosméticos en el mundo, con ganancias de más de 3500 millones de dólares anuales en 40 mercados en el mundo, y más de 5000 empleados.
