Las flores, las protagonistas de la última colección de Dauphinette

La marca emergente Dauphinette, cautivó a todo instagram con sus intervenciones.

Fotografía por: Unsplash

Esta ventiañera dice que su trabajo trata de la transmutación de lo ordinario en exquisito. Es un acto de cuerda floja, pero cuando lo hace bien, los resultados son curiosidades únicas que ponen a prueba los límites de la artesanía artesanal. Es por esto que los fragmentos naturales conservados en resina que son la última obsesión de Instagram. Su bisutería botánica también resulta deliciosa.

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La diseñadora con sede en Brooklyn dice que debe el éxito más reciente de su marca -que inició en el 2018-, y más asequible, no solo el encanto de sus creaciones, sino a el valor que está detrás de cada una. Cheng se asocia con artesanos y productores con conciencia ecológica para fabricar sus productos. Además de preservar el medio ambiente, estos le aportan ideas que no había creído posibles antes.

Un santuario de orquídeas tailandés le presentó la delicada preservación de las alas de las mariposas, una práctica que ahora es uno de los elementos de su colección de otoño, que Cheng promete utilizará frutas y pétalos de formas que nunca jamás hubiera soñado.

Olivia Cheng es una veinteañera norteamericana que se aventuró con una firma en la que ella hace todo: diseña las colecciones, hace parte de la fuerza comercial y la estrategia de crecimiento del equipo, además de estar al frente de su marca y por supuesto, de los productos. Su formación está más vinculada a los negocios, pero el arte siempre ha sido una de sus pasiones, de ahí que esté tan presente en la firma.

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En su sitio web, se pueden encontrar agradables sorpresas como sus delicadas prendas en colores pasteles y telas con transparencias y accesorios elaborados a partir de flores prensadas. También abrigos de cuero antiguos convertidos en piezas únicas, debido a ilustraciones personalizadas. La relación de la diseñadora
y lo vintage viene desde hace mucho tiempo, incluso antes de crear su propia compañía. Cheng solía vender piezas vintage para ganar dinero cuando era estudiante.

Su tienda comenzó en su apartamento en East Side. La moda siempre ha estado en su vida, y se ha involucrado tanto con ella que desde siempre Cheng a coleccionado rarezas y las combinado con novedades sartoriales. Una chaqueta de cuero de los años 70 con más seis capas de pintura negra y flores de hortensia prensadas, ha sido una de las piezas más antiguas que ha modificado.

Dauphinette, el nombre de su tienda posee una vinculación emocional con París. Cuenta la diseñadora que fue allí, en la ciudad de las luces, donde se le ocurrió el concepto de la marca mientras estaba de compras en tiendas vintage. Cheng contó en una entrevista para Vogue España que partió de la palabra francesa “dauphine”, que significa delfín, el nombre con el que se conocía al heredero al trono, a la que le dio una vuelta: “Sentí que podría ser algo dulce, pero poderoso, subvertir y feminizar la palabra.