Un año de la muerte de Yves Saint Laurent
Hoy, gracias al célebre costurero, las mujeres guardan en sus roperos decenas de pantalones, prenda que por años fue de uso exclusivamente masculino. También fue el responsable de que las chaquetas safari se convirtieran en artículos indispensables que cada cierta temporada protagonizan las pasarelas internacionales.
Saint Laurent fue el visionario que plasmó en sus telas obras de los más importantes artistas cubistas como Piet Mondrian, Picasso y Braque. Su pasión por el arte le brotaba a través de su pluma cuando dibujaba esos vestidos con escotes peligrosos en la espalda en su tono fetiche: el rojo. La dualidad entre lo femenino y lo masculino se manifestó en los esmóquines que confeccionó inspirado en sus musas Paloma Picasso y Catherine Deneuve.
¿Y cuál es la historia detrás de tanta genialidad? Yves Saint Laurent nació en la colonia francesa de Argelia en el seno de una familia acomodada. Creció en medio de una contradicción: su padre deseaba que siguiera sus pasos y se convirtiera en un acaudalado abogado,mientras su madre apoyó su vena artística sedienta de moda femenina. Siendo un adolescente, Saint Laurent no dejaba escapar una revista Vogue y se deleitaba viendo las elegantes vestimentas de su madre y hermanas. Ella le dio el empujón decisivo que el joven creativo pedía a gritos y viajó a París en busca de suerte.
Sus dibujos impresionaron al director de la revista Vogue, Michel de Brunhoff, quien le presentó a Christian Dior. El diseñador se enamoró de las alocadas propuestas de Saint Laurent y lo convirtió en su mano derecha. “Mi príncipe” solía llamarlo. Tras las muerte de su maestro pasó a ocupar el puesto de director artístico de la casa Dior y con su primera colección, “Trapecio”, se convirtió en una celebridad de la sociedad parisina.