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¿Compras ropa con responsabilidad?

El 85% de los trabajadores textiles son mujeres y trabajan en condiciones laborales lamentables. ¿Vale la pena seguir comprando ropa de las marcas que explotan?

Por Redacción Cromos
01 de abril de 2016
¿Compras ropa con responsabilidad?

¿Compras ropa con responsabilidad?

El  24 de abril de 2013 más de mil personas murieron en Bangladesh, mientras trabajaban confeccionando ropa en un edificio a punto de derrumbarse. La muerte los sorprendió tratando de conseguir un salario de 28 euros mensuales. Debajo de los cuerpos sin vida y de los sobrevivientes estaban las máquinas de coser y las etiquetas con las marcas occidentales para las que trabajaban. La tragedia motivó a un grupo de personas para crear Fashion Revolution, un movimiento que busca “concientizar acerca de los retos que está enfrentando la industria de la moda para ser ética y sostenible”, según Angélica Salazar, coordinadora en Colombia.

Una de sus campañas más fuertes en los ochenta países en los que tiene presencia se denomina “¿quién hizo mi ropa?” y consiste en formular la pregunta a cualquier marca de ropa mostrando la etiqueta de la prenda adquirida, en la que usualmente se lee “hecho en China”.  “El cuestionamiento es básico y lleva a una reflexión. Hicimos la adquisición, nos vemos en el espejo, nos percibimos lindos y cómodos, pero nunca nos preguntamos quién y cómo hicieron lo que tengo puesto”, explica Salazar.

Según en el documental The True Cost (2014), en el que su director Andrew Morgan muestra las dinámicas de una industria explotadora y altamente contaminante, la moda necesita más mano de obra humana que cualquier otra. “Tenemos la opción de escoger lo que compramos. Nuestra mejor alternativa es formarnos criterios de elección y no actuar como consumidores moldeados por una cultura de consumo acelerado”, enfatiza Salazar. “Podemos ser protagonistas de una cultura de consumo responsable y alternativo”.

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El 95% de la ropa en la actualidad se fabrica en Asia y Brasil.

¿Es sensato dejar de comprar productos a las marcas que fabrican su ropa en China, Camboya, Bangladesh o Brasil? Ana María Romero creó en Bogotá Mamá Nostalgia, una tienda de prendas usadas que se confeccionaron entre 1940 hasta 1980, décadas en las que la ropa se confeccionaba en España, Gran Bretaña, Estados Unidos y Colombia. Lo hizo para desincentivar el consumo de prendas nuevas, relanzando vestidos, camisas y camisetas con un pasado lejano y un presente apto para el uso. “En muchos países la ropa usada es un mercado amplio, sin prejuicios. No solo porque es más económica y no estás estimulando una empresa exploradora como la que existe en la actualidad, sino que te encuentras prendas que seguramente no va a tener otra persona, como sí pasa con la ropa nueva que venden en almacenes como Zara, Falabella y Forever 21”, dice Ana María, quien tiene su proyecto parado porque está buscando la manera de hacerlo sostenible. Sus prendas resultaran más costosas de lo que ella quisiera.

Comprar ropa usada puede ser una opción. Sin embargo, no es la única. “En mi caso, yo apuesto por los diseñadores independientes, porque se pueden conseguir productos fabricados con responsabilidad, a precios que se ajustan al bolsillo”, opina Salazar. Dicho lo anterior, la clave está en saber buscar y en preguntarse ¿quién hizo mi ropa?, que ojalá no sea una de esas empresas que apoya la explotación laboral.

Desde el 2013, cada 24 de abril se celebra el Fashion Revolution Day, con el objetivo de crear conciencia entre los consumidores sobre la ropa que compran.

 

Boutiques de  ropa usada:

Ecochic

Tienda en línea de accesorios de moda

www.ecochicestiloconsentido.com

 

Cambalache Vintage,

Carrera 7 bis A #123-45. Bogotá, Colombia.

Teléfono: 5238183

 

Foto: Pinterest.

Por Redacción Cromos

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