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La culpa es enemiga del placer, una experta nos aclara el tema

En algunos casos cuando se piensa en placer se habla de la culpa que por años ha suprimido el estasis del sexo, la sexóloga Valeria DeBotas nos cuenta sobre las consecuencias de la culpa a través de su libro Sexpodérate.

Por Redacción Cromos
30 de septiembre de 2023
En algunos casos cuando se piensa en placer se habla de la culpa que por años ha suprimido el estasis del sexo, la sexólogo Valeria DeBotas nos cuenta sobre las consecuencias de la culpa a través de su libro Sexpodérate.
Fotografía por: GettyImages

Sexpodérate es el nuevo libro de la sexóloga Valeria DeBotas, el cual nos plantea un viaje de autodescubrimiento erótico que nos llevará a reconectarnos con el placer en todos los niveles.

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A partir de distintas historias y técnicas, la autora quiere reflejar los caminos de la sexualidad femenina, enseñar a soltar la culpa y los tabúes para que nos abramos a nuestro mayor potencial.

Es así como, mediante el humor, la honestidad y mucha creatividad, Valeria plantea una nueva relación con el erotismo, ese que cada una lleva dentro, permitiendo que seamos las dueñas de nuestro propio placer. Por eso más que un libro, esta es una herramienta de crecimiento personal y sexual.

¿Qué experiencias personales han contribuido a tus sentimientos de culpa en relación con el sexo?

Desde mi orilla experimenté la culpa en varios momentos, por ejemplo, cuando en mi adolescencia practiqué el autoerotismo, cuando tomé la iniciativa o cuando me acosté con alguien en la primera cita. Me llegué a sentir una mala persona y que esto iba en detrimento de mi valor como mujer, porque los mandatos religiosos y culturales influyen poderosamente en la manera como vivimos nuestra sexualidad.

A manera de sarcasmo, en mi libro Sexpodérate hablo de las ‘Putimillas’ una especie de récord sexual en donde mientras más acumules, peor reputación tendrás, porque vivimos en una sociedad en donde el analfabetismo sexual y la pasividad en las mujeres se considera una virtud, porque eso te hace una buena fémina con potencial para que puedas ser tomada “en serio”.

Años después comprendí que mis decisiones personales hacen parte de mi autonomía y derechos, así que mi valía como ser humano no está supeditada a lo que hago o dejo de hacer con mi vida sexual.

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¿De dónde provienen tus creencias y valores sobre la sexualidad y cómo han influido en tus sentimientos de culpa?

Las mías y las de muchas mujeres, porque a nivel de sexualidad hemos tenido menos permisos sociales y nuestra educación ha sido más restrictiva que la de los hombres. El placer sexual suele ser asociado a las conductas de riesgo, por ejemplo, si te dejas llevar entonces te ocurrirá algo malo, por eso es mejor no perder el control.

Esta es una de las tantas creencias perjudiciales para las mujeres, la cual viene de varios siglos atrás, en donde el sexo que no tuviera fines reproductivos se consideraba la causa de muchas enfermedades y de paso te convertía en paria dentro de tu círculo social.

Durante mucho tiempo la culpa y el castigo se han utilizado como mecanismos de control para que seamos sumisas, calladitas y obedientes. Sumado a las barreras del entorno, también están nuestras situaciones personales y heridas sin sanar que nos impiden conectarnos con una sexualidad plena que influya positivamente en nuestros niveles bienestar.

Por fortuna he tenido la oportunidad de deconstruir y desaprender las creencias limitantes en torno a mi sexualidad, proceso que comparto en mi libro para que las mujeres que tengan la apertura inicien este camino y liberen parte del equipaje pesado.

¿Has compartido tus deseos y límites sexuales de manera clara y efectiva con tus parejas sexuales? ¿Te has sentido presionado/a a hacer algo con lo que no estabas cómodo/a?

Hoy en día practico la comunicación asertiva y he fortalecido el pilar de la autoafirmación, también he aprendido a identificar las señales o red flags de cuando algo no está bien, pero no siempre fue así, por ejemplo: hace unas décadas pensaba que debía tener relaciones sexuales con mi pareja aunque no quisiera, porque era mi responsabilidad complacerlo… como si fuera de su propiedad y sin tener en cuenta mis deseos.

Hemos tenido una educación sexual deficiente y como no se habla de muchos temas, entonces se cruzan líneas muy delgadas o se normalizan situaciones que en realidad son acoso o violencia. Lo cierto es que en el sexo también hay acuerdos que son innegociables en especial cuando se trata de tus límites, el consentimiento, tu placer y tu autoestima.

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¿Te comparas con las expectativas o normas sociales en lo que respecta al sexo? ¿Sientes que debes cumplir con ciertas expectativas sexuales?

En mi libro yo utilizo el hashtag #ElPornoTieneLaCulpa en especial el cine para adultos tradicional, porque nos ha vendido una idea poco realista de como deben ser los cuerpos y genitales de las mujeres, de cómo deben ser nuestros orgasmos y de la supremacía del coito como si fuera lo más importante dentro de la relación sexual, entre otros pajazos.

La sexualidad de cada mujer es única por eso necesita una voz propia, y esto es algo que logramos al fortalecer la autoestima sexual y cuando empezamos la búsqueda consciente de nuestro mapa erótico, allí dejaremos de imitar los guiones ajenos y podremos construir una vida sexual cinco estrellas que venga directamente de lo que si queremos y si nos gusta.

¿Cómo crees que podrías trabajar en superar o gestionar la culpa sexual de manera saludable?

El primer paso consiste en mirar nuestra historia, identificar las ideas que nos inculcaron en la infancia o en la adolescencia, las normas con las que crecimos, pues de allí viene nuestra rigidez y muchas de las creencias que hoy tenemos. Cuando has identificado las causas, puedes empezar a deconstruir esas ideas y poco a poco quitarle el poder a aquello que funciona como base para producir culpa.

El segundo paso es mejorar tu relación con el placer sexual y no sexual, dándote premios y el permiso de disfrutar porque es algo que mereces y que te ayuda en tu bienestar, por esta razón no deberías sentirte mal por pasarla bien. También hay que chequear que emociones se generan debido a la culpa sexual, por ejemplo: miedo, vergüenza, rabia, ansiedad o tristeza, porque estas actúan como filtros que se interponen entre tú y tu goce.

Aquí se inicia un proceso para asociar el placer con emociones más agradables. En mi libro ‘Sexpodérate’ hay variados ejercicios de autoconocimiento, para gestionar la culpa y conectarse con la plenitud, como parte del proceso de crecer a nivel erótico, pero como dije antes, es un camino personal y una decisión que se realiza desde la libertad y la consciencia

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