Una de las zonas erógenas poco conocidas en la anatomía de las mujeres, pero con un gran potencial para mejorar la experiencia sexual. Aunque muchas personas desconocen su existencia, aprender a estimularlo puede marcar una gran diferencia en la intimidad.

El punto U es una zona poca conocida pero con un gran potencial para mejorar la experiencia sexual.
¿Dónde se encuentra el punto U?
El punto U se ubica entre el clítoris y la entrada de la vagina, específicamente alrededor de la uretra. En esta zona se encuentran las glándulas de Skene, consideradas por algunos expertos como la “próstata femenina”. A diferencia de otros puntos erógenos como el punto G o el punto A, el punto U no se encuentra dentro de la vagina, sino en su parte externa.
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Este punto es altamente sensible debido a la gran cantidad de terminaciones nerviosas que lo rodean. Sin embargo, los especialistas advierten que su estimulación por sí sola no suele ser suficiente para alcanzar el orgasmo, por lo que debe combinarse con la estimulación de otras zonas erógenas, como el clítoris o el punto G, para llegar al punto máximo de placer.
Funciones del punto U
Además de ser una zona erógena, el punto U cumple funciones importantes en la salud y la respuesta sexual. Se cree que está relacionado con el orgasmo femenino, ya que las glándulas de Skene producen un líquido que puede expulsarse durante el orgasmo. Este líquido contiene antígeno prostático específico, una proteína que también está presente en el semen masculino y que juega un papel en la lubricación y la fecundación.
Además, las glándulas de Skene contribuyen a la salud urinaria. Estas glándulas secretan una sustancia que ayuda a lubricar la uretra, facilitando su apertura al orinar y protegiéndola contra infecciones gracias a sus propiedades antibacterianas.
8 Formas de estimular el punto U de la mujer
Si deseas incluir la estimulación del punto U en tu vida íntima, hay varias maneras de hacerlo. Lo importante es comenzar con suavidad, ya que se trata de una zona sensible y una presión excesiva puede generar molestias.
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- Con los dedos: El uso de los dedos es una forma sencilla y versátil de estimular el punto U, ya sea en solitario o con pareja. Para hacerlo, se recomienda aplicar lubricante en el dedo índice y acariciar suavemente el área con movimientos en forma de “U” invertida. Si la sensación es placentera, se puede aumentar la velocidad o incluso explorar el contacto con la uretra, siempre con delicadeza.
- Con la lengua: Este método requiere de una pareja y consiste en utilizar la lengua para acariciar la zona con movimientos similares a los del uso de los dedos. Se puede empezar con besos suaves y luego pasar a lamer el área de un lado a otro, aumentando gradualmente la presión y la velocidad según la respuesta de la pareja.
- Con juguetes sexuales: Los juguetes sexuales son una excelente opción para estimular el punto U, ya que permiten explorar diferentes sensaciones y niveles de intensidad. Algunas opciones recomendadas incluyen:
- Con posturas sexuales: Algunas posiciones sexuales favorecen la estimulación del punto U gracias al roce con la zona pélvica de la pareja. Algunas de las mejores opciones son:
- La cucharita: Permite que la pareja estimule el punto U con las manos mientras mantiene la penetración o el contacto con otras zonas erógenas.
- La sirena dormida: En esta posición, la persona con vagina se coloca encima de su pareja con las piernas juntas, lo que intensifica el roce con el punto U.
- 69: Ideal para la estimulación oral, permite un acceso directo al punto U mientras se mantiene el contacto con otras zonas sensibles.
- Flor de loto: Una postura íntima en la que la persona con vagina se sienta sobre su pareja mientras se estimula el punto U con el roce del pubis.
El punto U es una zona erógena poco conocida pero con un gran potencial para enriquecer la experiencia sexual. Aprender a estimularlo correctamente, ya sea con los dedos, la lengua, juguetes sexuales o ciertas posturas, puede ayudar a intensificar el placer y mejorar la conexión con la pareja. Como siempre, la comunicación y la exploración son clave para descubrir qué funciona mejor para cada persona.
