Por varios años el clítoris ha sido uno de los temas más comentados y llamativos en términos de sexualidad, ese llamado punto G en las mujeres tendría su contraparte masculina, el supuesto punto P ubicado en la próstata, una glándula a la que se puede acceder a través del recto, la cual ayuda a producir semen y transporta los espermatozoides desde los testículos hasta el pene cuando él eyacula.
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Sin embargo, explorar la sexualidad más allá del falo continúa siendo un tema tabú, entonces muchos hombres no se atreven a estimular este punto que es del tamaño de una nuez. Pero poco a poco son más los casos que deciden probar, sin importar cuál es su orientación sexual, y experimentan lo que es el llamado orgasmo prostático.
¿Cómo estimular la próstata?
Este se da al estimular la próstata a través de la pared rectal, que se encuentra junto al cuello de la vejiga, aquí se hallan múltiples terminaciones nerviosas. Si estás dispuesto y es tu primera vez, ante todo debes mantener la calma, respirar profundo y dejarte llevar. Para la estimulación puedes utilizar un dedo, un vibrador o alguna clase de juguete, con ayuda de bastante lubricante, y así llegar a la zona rectal. Muchos afirman que el orgasmo que logran gracias a esta zona es diferente, incluso mejor al que obtienen con un orgasmo genital.
¿Es la próstata el punto G de los hombres?
Por otro lado, esta teoría de que el hombre posee un punto G o P no es universal entre la comunidad médica, Cromos conversó con el experto en salud sexual Fernando Rosero, que comenta al respecto: “No se ha logrado comprobar con evidencia científica que tal punto exista, como tampoco el punto G, hay personas defensoras de la teoría de que, así como existe el punto G también existe el punto P, pero realmente no existe nada contundente y serio”.
En la conversación surge la pregunta de qué tanto influye la próstata en el placer de ellos, y si bien gracias a sus terminaciones nerviosas ayuda a la estimulación, no es fundamental para que un hombre disfrute plenamente de su sexualidad:
“Cualquier zona que sea susceptible de tener nervios es una zona susceptible de erotizarse, llámese el dedo gordo del pie, la rodilla, la oreja, y obviamente en la región anal que se está lleno de terminaciones nerviosas, sin lugar a duda podría ser una zona, obviamente altamente sensible y altamente estimulable. El problema está en conferir todo el poder de la sexualidad a que única y exclusivamente que todo el potencial erótico este en esa zona, porque estaríamos hablando de una sexualidad focalizada”, explica el experto.
Entonces, de estar afectada la próstata por algún motivo, esto no debería perjudicar directamente la vida sexual del sujeto, Rosero comenta: “Si hay algún problema en el punto no debería haber un problema con el placer, primero porque no está comprobado y, segundo, la mayoría de los hombres no vivimos nuestra sexualidad única y exclusivamente en función de este punto, por el contrario, mucho más hacia la genitalidad, entonces digamos que no es tan frecuente, pero para alguna persona podría llegar a serlo”.
¿Qué pasa si la próstata es retirada?
Pero aquí hay que poner un asterisco, cuando el individuo padece cáncer de próstata, uno de los más comunes entre la población masculina, y esta debe ser retirada, un tópico también difícil de conversar para ellos, pues al pasar por una experiencia así algunos dirían que sería una violación a su virilidad, aunque Antonio Romero, de la Asociación del Cáncer de Próstata de España (ANCAP) afirma que uno de cada cinco hombres sufre de esta afección.
A propósito de esta operación, no debería afectar la calidad de los orgasmos de ninguna manera, aunque hay un pequeño porcentaje que a raíz de esto puede presentar alguna disfunción eréctil, dependiendo de las características específicas del tumor del paciente en cuestión.
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“El retirar la próstata se llama prostatectomía y esa sí es una condición que está muy asociada a la disfunción sexual, pero no por placer, sino por la dificultad de tener la erección, porque los nervios que se encargan de la erección están muy cerca a la próstata, que muchas veces se manipula, se altera cuando se hace la prostatectomía”, explica Rosero.
Vale recalcar que quienes experimentan disfunción tras retirarles la próstata no tienen un panorama tan fatal, pues en la actualidad cuentan con diversos tratamientos para recuperar la función eréctil y cada vez hay mejores resultados.