Toya Montoya, la sencillez hecha samaria

Toya Montoya, la sencillez samaria

Toya Montoya deslumbra donde ponga un pie. En pasarela luce radiante;  lejos de ella, sin modelar, todavía más. Quien la trata no puede dejar de mirarla; debajo de su belleza uno podría pensar que hay una personalidad altiva y vanidosa, difícil de abordar. Pero la realidad es otra. ¡Es lo más relajado que hay!

La linda modelo samaria ha tenido un año maravilloso en televisión, con el reality The amazing race Latinoamérica, en el que es presentadora; y en la moda, profesión en la que lleva quince años y que en 2014 le arrancó lágrimas de alegría. El pasado noviembre fue considerada por el jurado de los Premios Cromos de la Moda como la Mejor modelo femenina, un trofeo que ya había ostentado en 2009 y que no esperaba recibir de nuevo. Otro motivo más para que se le infle el ego; pero no, lo suyo es deslumbrar sin proponérselo.

Su trabajo, como está dicho, es posar. Su figura es una seductora silueta de las grandes marcas. «Es una mujer que se adapta a las colecciones con un brillo silencioso. Las prendas sobre ella no se opacan; consigue dotarlas del estilo inconfundible de quienes ejercen su profesión, con talento y seguridad», aseguró sobre ella el jurado de los Premios Cromos. La certeza de poner a brillar lo que vista no la traiciona. En una época como la actual, en la que todo entra por los ojos, la Toya conserva su sencillez. El reconocimiento no la desvela.

Es diciembre y ella todavía no piensa en el 2015. Todavía le siente el sabor al presente y no se quiere distraer con próximos proyectos. El momento le sonríe, como cuando empezó. Es  tan consciente de ello que quiere mantener los pies sobre el piso. Para que sus pasos sigan deslumbrando, espera un alto en el camino: quizás tomarse unas cortas vacaciones. Los que la conocen no mienten cuando destacan su enorme sencillez. Nunca se imaginó ser personaje del año y lo agradece como si no hubiera hecho méritos para serlo. Y los tiene todos.