"Una Colombia diferente es posible", Padre Francisco de Roux

Este es un país que a uno lo sorprende cada vez más por la capacidad de engendrar personas de una calidad extraordinaria. Creo que en los últimos 20 años perdimos a unos 4.000 líderes, que no estaban ni con la guerrilla ni con los paramilitares ni con los abusos que, desafortunadamente, cometieron hombres de las Fuerzas Armadas, y que luchaban para que en sus comunidades se pudiera vivir en tranquilidad. 

Son víctimas que soñaron con ver este día en que terminaba la guerra, que no lo vieron, pero cuya fuerza y entusiasmo prevalece vivo entre todos los que pensamos que una Colombia diferente es posible.

La crisis de fondo que hemos vivido tiene, por supuesto, repercusiones ilegales durísimas, como el narcotráfico, que se expresó violentamente en la guerra, que nos tragó en la corrupción, que muestra las fragilidades de nuestra justicia y las enormes debilidades de la política, con sus exclusiones.

Debajo de todo eso hay una crisis espiritual muy profunda. No crisis religiosa, sino la fractura del ser humano, solo así se explica que hayamos podido pasar por casi 2.000 masacres, 27 mil secuestros o más, más de mil falsos positivos y minas antipersonas sin que hayamos reaccionado como una sociedad que se recibe a sí misma responsable de todas sus mujeres y sus hombres, y reacciona.

Lo más hondo de todo es que tenemos que enfrentar ese problema y reconstruirnos como seres humanos. Confiamos en que unidos a millones de personas que comprenden esta causa querida, que es mucho más grande que nuestras personas, los partidos, las iglesias y las instituciones, juntos, mujeres y hombres de esta tierra nuestra, y trabajando duro en los próximos años podremos construir el país querido para los hijos y los nietos de quienes tuvimos el privilegio de conocer el fin de la guerra interna más larga del continente.