Los tomates, con su delicioso sabor y versatilidad en la cocina, son una de las hortalizas más populares en todo el mundo. Pero, como con cualquier alimento fresco, es importante estar consciente de su estado antes de consumirlos. Uno de los problemas más comunes que afectan a los tomates es el moho.
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Sigue a Cromos en WhatsAppAunque algunos puedan pensar que lavar un tomate con moho es suficiente para hacerlo seguro para el consumo, hay una peligrosa razón por la que no debes hacerlo.
¿Por qué no deberíamos consumir tomates que han empezado a crecer moho, aunque el resto de su superficie se vea bien?
El moho en los alimentos es un hongo que se desarrolla en superficies húmedas y cálidas. Los tomates son particularmente susceptibles al moho debido a su alta humedad y las condiciones de almacenamiento a menudo subóptimas en nuestras cocinas. Cuando un tomate muestra signos de moho, generalmente aparece como manchas verdes, blancas o grises en su superficie. Algunas personas creen que pueden salvar la mayor parte del tomate simplemente cortando el moho y lavándolo, pero esto puede ser extremadamente peligroso.
Penetra en el tomate:
El moho no se limita a la superficie del tomate; en realidad, penetra en el interior del fruto. A menudo, las raíces del moho crecen profundamente en la pulpa del tomate, lo que significa que no puedes eliminarlo simplemente cortando la parte visible del moho. El lavado tampoco elimina las esporas de moho que pueden haber quedado en el tomate.
Tiene toxinas peligrosas:
El moho produce sustancias tóxicas llamadas micotoxinas. Estas micotoxinas pueden ser perjudiciales para la salud humana, incluso en cantidades muy pequeñas. Ingerir alimentos contaminados con micotoxinas puede provocar síntomas como náuseas, vómitos, diarrea, dolores de cabeza e incluso problemas más graves en casos severos.
Puede producir alergias y sensibilidades:
Algunas personas son especialmente sensibles al moho y pueden experimentar reacciones alérgicas, como estornudos, picazón en la piel y dificultad para respirar, incluso cuando consumen pequeñas cantidades de moho. Para aquellos con alergias alimentarias o sensibilidades, el riesgo es aún mayor.
Hay riesgo de propagación:
El moho puede propagarse a otros alimentos en tu cocina. Si cortas un tomate con moho y luego utilizas el mismo cuchillo o tabla de cortar para preparar otros alimentos, existe el riesgo de contaminar esos alimentos con esporas de moho, lo que podría poner en peligro la salud de quienes los consumen.
En conclusión, en lugar de intentar salvar un tomate con moho, es más seguro desecharlo por completo. Es importante almacenar los tomates adecuadamente en un lugar fresco y seco para prolongar su vida útil y evitar la formación de moho. Además, verifica tus tomates regularmente y desecha cualquier ejemplar que muestre signos de moho, incluso si solo parece una pequeña mancha en la superficie.
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