La leche de magnesia, esa sustancia blanca que a veces es necesaria en el botiquín de tu casa, es más que un simple antiácido. Los usos que a día de hoy se le dan son muy específicos pero útiles. Aquí te enseñamos para qué sirve y cómo usarla en cada caso.
¿Para qué sirve la leche de magnesia?
Usos digestivos
La leche de magnesia actúa en tu estómago neutralizando los ácidos estomacales que causan esa acidez molesta, la indigestión y el dolor. Su efecto es rápido y te dará alivio durante varias horas.
Sigue a Cromos en WhatsAppLa leche de magnesia también puede funcionar como un laxante suave, lo cual es ideal si sufres de estreñimiento. Actúa atrayendo agua hacia tus intestinos y ablandando las heces para que salgan sin problemas. Es como si le dieras a tu intestino un empujón ligero para que haga su trabajo.
Usos en la piel
La textura de la leche de magnesia la hace ideal para exfoliar la piel de forma suave, eliminando las células muertas y dejando la piel más tersa y luminosa. Puedes mezclarla con un poco de miel o aceite de oliva para crear una pasta exfoliante casera.
Sus propiedades producen sequedad, lo que ayudan a cerrar los poros y controlar la producción de grasa, lo que la convierte en un excelente tónico para pieles grasas y mixtas. Aplícala con un algodón después de limpiar tu rostro.

Usando la leche de magnesia de manera responsable, podrás disfrutar de sus beneficios sin poner en riesgo tu salud
También puedes leer: 10 consejos para evitar la sudoración excesiva en tu cuerpo
¿La leche de magnesia es peligrosa?
Esta sustancia blanca no es peligrosa cuando se usa de manera responsable y siguiendo las recomendaciones de su uso según tu necesidad. De igual forma aquí te explicamos unos aspectos a tener en cuenta cuando la uses:
1. No abuses:
- Dosis recomendada: Sigue las instrucciones de dosificación del producto que estés usando. La cantidad excesiva puede provocar diarrea, náuseas, vómitos y desequilibrios electrolíticos.
- Uso ocasional: La leche de magnesia está diseñada para aliviar problemas puntuales como acidez o estreñimiento. No la uses a diario ni por periodos prolongados sin supervisión médica. De la misma forma, no la uses en tu piel continuamente, ya que puede causarte manchas.
2. No mezclarla:
- Evita interacciones: No la mezcles con otros medicamentos, ya que podría haber interacciones no deseadas. Consulta con tu médico o farmacéutico si estás tomando algún medicamento.
- Uso único: Úsala solo para los fines indicados en el producto. No la combines con otros productos cosméticos o caseros, ya que se pueden alterar sus propiedades.
Si tienes alguna duda o inquietud sobre el uso de la leche de magnesia, consulta con tu médico. Lee atentamente las instrucciones del producto y sigue las recomendaciones de dosificación y uso. Si sientes algún efecto secundario, acude a tu doctor para regular esto.
