Sea en la casa o en la oficina, es común que suceda que después de almorzar nos llegue una fuerte oleada de sueño y tengamos la sensación de que es más difícil concentrarnos en las labores que debemos ejecutar.
Te invitamos a leer más contenidos como este aquí.
Lee también: ¿Qué hacer si tienes hipertensión pulmonar? Expertos hallan una forma de tratarla
Sin embargo, esto no quiere decir que seas perezoso, sino que dentro de tu organismo están sucediendo diferentes procesos en simultáneo que llevan a que te sientas más agotado. Te contamos aquí qué genera el sueño después de almorzar.
¿Por qué da sueño después de almorzar?
La cantidad y tipo de alimentos ingeridos, así como las características individuales de cada persona, pueden influir en la intensidad de la somnolencia después del almuerzo.
De acuerdo con expertos de National Geographic, el cansancio que experimentamos después de almorzar puede tener diferentes razones de ser, ligadas a los procesos que debe hacer tu cuerpo al recibir el almuerzo. Estas son las principales explicaciones:
- Digestión intensiva: Después de ingerir alimentos, el cuerpo desvía una cantidad significativa de sangre hacia el sistema digestivo para procesar y absorber nutrientes. Este aumento del flujo sanguíneo puede llevar a una disminución temporal en otras áreas del cuerpo, lo que puede contribuir a sentirse más relajado y somnoliento.
- Producción de insulina: Cuando comemos, especialmente alimentos ricos en carbohidratos, el páncreas libera insulina para ayudar a las células a absorber la glucosa y regular los niveles de azúcar en sangre. Este aumento de insulina puede tener efectos secundarios, como un aumento en la disponibilidad de triptófano, que afecta de la serotonina y la melatonina, impactando en neurotransmisores que están relacionados con la relajación y el sueño.
- Activación del sistema nervioso parasimpático: Después de comer, el sistema nervioso parasimpático, conocido como el sistema “descansar y digerir”, se activa. La activación del sistema parasimpático reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial, creando un ambiente propicio para la relajación y, en algunos casos, para el sueño.
- Composición y tamaño de la comida: Comer comidas más grandes o alimentos ricos en grasas puede aumentar la sensación de sueño. La digestión de comidas más grandes requiere más energía, y el cuerpo puede redirigir temporalmente la energía de otras funciones hacia la digestión, contribuyendo a la sensación de somnolencia.
- Ritmo circadiano natural: También puede haber una influencia natural del ritmo circadiano del cuerpo. En muchos casos, la somnolencia después del almuerzo está vinculada a los ritmos naturales del cuerpo, que tienden a tener un descenso de energía en las primeras horas de la tarde.
Recomendado: 5 descubrimientos en la relación de ultraprocesados con la depresión
Es importante señalar que la cantidad y tipo de alimentos ingeridos, así como las características individuales de cada persona, pueden influir en la intensidad de la somnolencia después del almuerzo. Mantener una dieta equilibrada, realizar actividad física y asegurarse de dormir lo suficiente por la noche también pueden ayudar a gestionar la somnolencia diurna.
