Alfredo de la Fe, 50 años de vida artística

En su nuevo proyecto musical, Melao, The New Wave of Salsa, Alfredo de la Fe experimentó con sonidos innovadores dentro del género de la salsa. Un cambio con el que celebra sus 50 años  de vida artística.

“Nosotros empezamos hacer salsa en los años 60, inventamos la salsa. Ya llevamos 50 años haciéndola y creo que es tiempo de un cambio. Estoy en nuevo proyecto con Bclip, un productor de música alternativa. Hicimos un proyecto totalmente diferente a todo lo que hay en el mercado, que es salsa electrónica. Respetando la salsa, grabando como se grababa antes y después tomar eso y reemplazarlo por sonidos electrónicos. El resultado ha sido muy bueno, no solo a nivel musical, sino que también estamos implementando un show visual”, comentó para CROMOS. 

El cubano pasó por la tómbola de CROMOS y esto nos contó:

¿Qué tiene Melao?

El nuevo sonido.

¿Dónde compone?

Tengo un espacio en el mismo piso donde vivo, que es un estudio de grabación.

Un talento que les faltó desarrollar.

Nadar. Nunca lo he hecho, desde niño soñaba que me ahogaba en un barco antiguo.

Su estado de ánimo actual.

Soy una persona positiva, pienso que a uno lo puso el creador para dar alegría y amor a través de la música.

¿Cómo son 50 años de carrera musical?

Es como si hubiera empezado hace unos meses. Uno cierra y abre los ojos y se fue una vida entera.

La primera canción que se aprendió.

Estrellita de Ponce. Me la enseñó mi padre.

Su momento favorito del año.

Todo momento tiene su magia.

¿Qué lo emociona?

La música, tocarle adentro del alma a las personas.

Lo mejor de su carrera.

No tener malas críticas, a todos les gusta lo que hago. Lo mejor es que no me tocó prostituirme musicalmente para gustarles a los demás.

Una canción, ¿para qué?

Soñar. Una kizomba para soñar.

El secreto de hacer música.

Es transmitir con tu música. Eso no se aprende, naces o no naces con eso.

¿A quién le debe una disculpa?

¡Ay! (suspiro) A muchas personas. Uno en el camino de la vida comete errores. A mis hijos, aunque ya se las di, porque tuve una época en la vida que era drogadicto activo. Muchas veces mis hijos se quedaron esperando que llegara y yo estaba ocupado enrumbándome. Hace 30 años me rehabilité.

¿Qué es Colombia para usted?

Es todo, es un tesoro. Muchas personas se quieren ir del país, pero no se dan cuenta que la magia está aquí dentro. Llegué a Colombia por tres semanas en el año 82 y me quedé.

¿Con quién siempre ha querido estar en el escenario?

Con Sting. Es un músico con el que siempre he querido tocar y lo voy a lograr. Yo creo que los sueño se realizan, cuando yo tenía 12 años que entré por primera vez a un club en Nueva York, estaban tocando Richie Ray y Bobby Cruz, y sentí una energía que dije “Algún día quiero tocar con ellos”, y tuve la oportunidad de dirigir su orquesta.

Un pasatiempo.

La cocina, soy mejor cocinero que músico. También me gusta pintar.

¿Cuál es su plato estrella?

Cocino casi todo, pero la comida cubana me encanta. El arroz con picadillo y yuca con mojo. Es algo delicioso.

¿Qué es lo mejor que sabe hacer?

Música.

Un defecto suyo.

Escandaloso como buen cubano.

Un motivo para celebrar.

Melao.

¿A qué ritmo va su vida?

A millón, a veces duermo como 4 horas.

¿Qué lo hace llorar?

Muchas cosas, hasta cuando Chavo no tiene su torta de jamón lloro.

Un libro

Muchos libros. “Muchas vidas, muchos sabios” del doctor Brian Weis.

¿Qué lo pone a comerse las uñas?

El incumplimiento de las personas, soy una persona muy puntual.

Una obra de arte.

Soy fanático total de Van Gogh.

¿Qué lo trasnocha?

La música. La inspiración y las musas se alborotan de noche.

¿Cuál ha sido el mejor escenario en el que ha estado?

Todo escenario tiene su magia, pienso que uno de los mejores conciertos que he recuerdo haber tocado fue Pavarotti & Friends en Modena, Italia con Celia Cruz.

Foto: Mauricio Vélez - Cortesía.