Foto: cortesía Teatro Colón.
Carmen se estrenó en Madrid y se ha representado ampliamente por el mundo, siempre con un enorme éxito de crítica y público. Johan Inger, autor de esta coreografía creada originalmente para la CND por encargo de su actual director artístico José Carlos Martínez, recibió por este trabajo el prestigioso Benois de la Danse en 2016.
“Esta impactante coreografía nos narra la historia de una mujer que quiere ser libre para tomar sus propias decisiones. Una mujer que quiere vivir su vida tal y como ella decida sin estar sometida por el peso de la sociedad”, indicó, el director artístico, José Carlos Martínez
Sigue a Cromos en WhatsAppEl mítico personaje de Carmen refleja a una mujer llena libre, seductora, fuerte y frágil. El rol tiene la particularidad de transformar los sentimientos de una mujer llena de pasión y sensualidad en un movimiento natural.
‘Lo más bello de este trabajo ha sido interiorizar en los movimientos que describen a este personaje, que aunque no fue creado para mí directamente, me parece muy interesante sentir y ver como un mismo rol puede ser interpretado de maneras tan diferentes y personales’, afirmó la bailarina de la Compañía Nacional de Danza, Sara Fernández López.
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Han pasado cuatro años desde que se estrenó este ballet y desde entonces el coreógrafo sueco Johan Inger ha ido modificando detalles para hacer que la obra cada vez cobre más sentido, tanto para los intérpretes como para el público.
La versión de Carmen de Johan Inger cuenta la historia con mucha fluidez y naturalidad, exenta de folklorismo y lejos del convencionalismo al que estamos acostumbrados. En cuanto a los movimientos en este ballet son característicos por su soltura y fanfarronería, aunque hay ciertas ocasiones, sobre todo en el segundo acto, donde Don José sumergido en un mundo de locura, se muestra mucho más tenso y contraído.
La historia de pasión y deseo de Prosper Mérimée ‘Carmen’, se centra en el tema de la violencia, aproximándose a ella a través de una mirada pura y no contaminada… la de un niño. Partiendo de este enfoque, Inger crea un personaje, que propicia que seamos testigos de todo lo que pasa, a través de sus ojos inocentes, a la vez que contemplamos su propia transformación.
Estará en temporada del 24 al 28 de abril en el Teatro Colón.
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