'Climax': Salvajes transformaciones

Foto: Cortesía

Climax es una danza con el universo interior, una exploración de los temores en la que “nacer es una oportunidad única y morir es una experiencia extraordinaria”. La película transcurre en los 90´s con un grupo de jóvenes bailarines que se preparan para el triunfo y ensayan la coreografía con la que pretenden lograrlo. Hay una fiesta. Cambios de luz. Una Sangría a la que alguien le ha puesto LSD. Bailarines. Alucine. Miedo. Violencia. Risas. Fuego. Nieve y de nuevo cambios de luz.

Los cerebros de los bailarines están atiborrados de LSD, experimentan una enajenación en un ambiente sórdido con luces violetas, verdes, azules y ROJAS, sus mentes sufren una salvaje transformación de la realidad, una  distorsión, una expansión de sus sentidos y una fuga de sus más oscuras represiones, llevándolos a vivir sin condicionamientos en una psicosis autodestructiva que para muchos termina en un mal viaje.

Dos canciones de la banda sonora: Trois Gymnopedies de Gary Numan y Supernature de Cerrone, encierran los diversos episodios sensoriales de los bailarines, la aberración cruzada con una maravillosa narrativa que en noventa y cinco minutos nos muestra que “vivir es una imposibilidad colectiva” y que en un espejo, un chuchillo y en los gritos de un niño puede estar el florecimiento animal del ser humano.

En muchas de las entrevistas dadas a la prensa, Gaspar Noé cuenta que en este filme quiso explorar la figura de  “una torre de babel que se construye colectivamente y después se va derrumbando”, como la metáfora de esta coreografía, de esta fiesta hipnótica, brutal y transgresora cargada de humor negro, lágrimas, vinilos, Dj Daddy, y planos secuencia que nos hacen sentir cerca de la existencia de los personajes.

Escuche aquí la delirante soundtrack: https://bit.ly/2RMJ3Nh  y baile, baile como si nada importara, porque el mundo continuará rotando a pesar de nosotros.