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El mago de las mentiras

Para ver esta película se necesita aguante: tener la capacidad de soportar la crueldad de la condición humana.

Por Redacción Cromos
06 de julio de 2017
El mago de las mentiras

El mago de las mentiras

Dirección: Barry Levinson.

Género: Drama.

Guión: Sam Levinson, Sam Baum, John Burnham Schwartz.

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Reparto: Robert De Niro, Michelle Pfeiffer, Hank Azaria.

 

 

Bernard Madoff era brillante y encantador. Por eso pudo cometer el mayor fraude financiero de la historia. Y lo hizo sin escrúpulos, sin culpas, sin remordimientos. En su mente siniestra, sus acciones eran justificadas y sus víctimas –muchas de las cuales lo perdieron todo– eran cómplices de su plan contra el sistema. Esta historia aterradora, que inspira la más reciente producción original de HBO, El mago de las mentiras, no es ficción. Es realidad pura y dura. Es la humanidad en su máxima expresión: ávida de dinero, enferma de poder, codiciosa y narcisista, insensible e impúdica. 

 

Bernard Madoff era un empresario venerado. Tenía buen olfato para los negocios y lideraba una exitosa firma de inversión. Había ocupado cargos prestantes y se movía en los círculos más poderosos de Estados Unidos. Tenía una vida de langosta, champaña y viajes en yate, lujos que aparentemente merecía, por ser un trabajador incansable, por llevar una cabeza luminosa sobre los hombros y por su carisma arrollador. Era uno de los hombres más respetados del mundo de las finanzas, por eso nadie vio venir el tsunami que fue formando en secreto y que eventualmente arrasó con todo lo que encontró a su paso. 

 

 

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La película está basada en el libro del mismo nombre escrito por Diana Henriques, periodista del New York Times y una de las pocas personas que tuvo acceso al empresario en la cárcel.

 

 

Durante la crisis económica del 2008, cuando estalló la burbuja de la finca raíz en Estados Unidos, el castillo de cartas que había construido Madoff se derrumbó. Ahí empieza la película, en medio de la debacle, el prominente hombre de negocios les confiesa a sus hijos –empleados de su organización– que lleva décadas manejando un fondo de inversión ficticio, que en realidad no es más que una inmensa pirámide. ¿Cómo funciona una pirámide? El empresario, con su encanto y su asombroso poder de persuasión, convencía a las personas más ricas del planeta de que pusieran plata a crecer en su fondo, aparentemente uno de los más rentables del momento. Y él, en lugar de mover ese dinero en la bolsa o en la finca raíz, la usaba como su caja menor, pero se aseguraba de conseguir nuevos inversionistas, cuyo capital se usaba para cubrir los supuestos rendimientos que debían recibir aquellos que hicieron los primeros aportes. 

 

De esta manera, alcanzó a reunir alrededor de 65 billones de dólares. Madoff se codeaba con la gente más pudiente del mundo y generaba tanta confianza que se lo entregaban todo, sin dudar y sin hacer muchas preguntas. Su fondo de inversión fue tan prestigioso que se daba el lujo de exigirles a sus inversionistas potenciales millones de dólares para dejarlos ingresar. Por eso, ante el sacudón de la crisis de hace una década, cuando la pirámide se fue al suelo, muchos terminaron en la quiebra absoluta.

 

La película cuenta todo esto y mucho más. Qué lo motivó a torcer sus bases morales; cómo hizo para que sus hijos, su esposa y el Estado nunca se enteraran y cuáles fueron las devastadoras consecuencias de sus actos, entre las cuales se cuentan varios suicidios y cientos de vidas destrozadas. 
Aunque parezca que para ver El mago de las mentiras se requiere un doctorado en economía, no es así. A veces resulta sorprendente la sencillez detrás de las acciones de un estafador. Lo que se necesita para ver esta película es aguante: tener la capacidad de soportar la crueldad de la condición humana. Porque la producción es muy eficaz en mantener la tensión de principio a fin, en revolver el estómago a punta de tiranía y en hacer que nos cuestionemos, una y otra vez, hasta dónde puede llegar la ambición. 

 

Si no tiene HBO, ingrese a la página oficial de la película en la web. Tendrá la posibilidad de verla si se inscribe para tener el canal gratis durante un mes. 

 

 

Foto: cortesía.

Por Redacción Cromos

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