"Las mujeres tenemos que vencer nuestros miedos" Vera Grabe

La excombatiente del M-19, cree que la valentía puesta en la guerra puede ser usada al servicio de la paz.

Por Redacción Cromos

07 de marzo de 2017

"Las mujeres tenemos que vencer nuestros miedos" Vera Grabe
«Las mujeres tenemos que vencer nuestros miedos» Vera Grabe

«Las mujeres tenemos que vencer nuestros miedos» Vera Grabe

Integrante del M-19, desmovilizado en 1990.

Directora del observatorio para la paz. 

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La participación de la mujer, en cantidad y calidad, da el tamaño de la democracia y de la paz.  Por lo tanto, la participación de la mujer en la paz, tanto en el proceso de negociación como en el desarrollo de los acuerdos, el encuentro con sus potencialidades, no puede ser un tema menor. En los procesos de los años 90 las excombatientes descubrimos el género con la paz, y muchas mujeres que ya habían hecho camino nos ayudaron a comprender la dimensión y la importancia del tema. Que también logré ingresar a la  Constitución de 1991.  

 

Hoy las mujeres cuentan con la resolución 1325 de 2000 de las Naciones Unidas, que reconoce a las mujeres no solo como víctimas sino como actores clave en procesos de paz, y con visiones y necesidades especiales en la reintegración y construcción de paz a partir de la firma de acuerdos de paz. Tiene que ver con equidad, derechos, reconocimiento de la diferencia. Demanda por parte de las mujeres reconocer en la perspectiva de género una posibilidad de participación en la paz, vencer los esquemas patriarcales propios de la guerra, en sí mismas y en su grupo. Hacer de la paz una posibilidad de transformación de su vida, en sus afectos, en su entorno. 

 

Existen en Colombia y en el mundo caminos de paz abiertos por otras mujeres, desde la sociedad civil o de mujeres excombatientes quienes hoy construyen paz de muchas maneras. En Colombia las mujeres han sido y son de las principales protagonistas en los movimientos por paz y la vida. Los procesos de reinserción aportan lecciones y aprendizajes, también aportadas por mujeres excombatientes. 

 

Todo nuevo proceso trae sus propios retos y posibilidades, pero hay que aprender de la experiencia, para hacerlo mejor, recoger lo que es útil y nos facilita el camino y no repetir errores. Las mujeres tenemos mucho que aportar en la construcción cotidiana de la paz, en nuevos lenguajes en la política, en la reconciliación y el reencuentro de los colombianos y colombianas. Pero para eso tenemos que vencer nuestros propios miedos, y estar dispuestas a enfrentar resistencias de nuestros propios compañeros y nuestro entorno. La valentía puesta en la guerra puede ser puesta al servicio de la paz, que también la requiere, y mucho. Pero vale la pena, porque la paz es un inmenso camino de construcción y de transformación  si estamos dispuestas, no sólo a cambiar el mundo sino a cambiar también nosotras mismas.

 
Foto: Juan José Horta

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