“Me gusta pensar en necesidades puntuales de las mujeres” Ana Lucía Domínguez

“Me gusta pensar en necesidades puntuales de las mujeres” Ana Lucía Domínguez

Yo empecé a trabajar desde que era muy niña. Tenía ocho años cuando comencé en De pies a cabeza y nunca paré. Hace veintidós años que hago televisión. He estado siempre entre cámaras, maquillaje y vestuario, y toda la vida he visto moda. 

La idea de experimentar con mis diseños comenzó hace nueve años. Yo salía de compras y veía que los jeans que me quedaban bien, eran muy recargados. Empecé a investigar y conocí a alguien de la industria que me dijo que podía confeccionarme como yo quería. Sin saberlo, me dio una gran idea. Ahí comencé a observar a fondo los procesos, a comprar telas, a saber sobre cortes, moldería, a pensar en hormas, en siluetas. Arranqué haciéndoles jeans a mis primas, a mi mamá y me enamoré. 

Cada vez me familiarizaba más con el tema de lavanderías, telas e insumos. Mi hermano fue un motor para todo esto. Gracias a él me convencí de que a través de mi imagen, yo tenía un capital por explotar: “Uno no le puede dejar a un hijo una novela, una empresa es un patrimonio”, me decía. 

Junto a él, que es ingeniero de producción, hicimos unas colecciones pequeñas, para observar cómo se comportaba el mercado. En ese momento yo hacía muchas novelas para Telemundo-Estados Unidos. Enviamos las dos primeras colecciones a Orlando y Nueva York, y se vendieron de forma impresionante. La imagen era el gancho. El producto iba con un póster y la gente establecía relación entre el producto y la actriz. Ahí dije: esto funciona. 

Luego vino una temporada en Buenos Aires, después viajé a Miami. Cuando conocí a Jorge, me dijo que le parecía una idea genial. Él es ingeniero industrial y me aconsejó que intentáramos constituir algo serio, con contabilidad y orden, porque hasta ese momento era muy informal. Yo asumí los diseños, él, los números. Al comienzo solo etiquetábamos. Luego empezamos a fabricar, primero en Bogotá y luego nos trasladamos a Medellín. Toda mi familia vive allí y además es una plaza muy importante en este mercado. 

Jorge y yo nos la pasamos viajando, pero siempre muy pendientes de la empresa, y ahora, gracias a la tecnología, yo puedo mandar mis diseños y la patronista se encarga de todo. Toma fotos y apruebo. Corregimos y mandamos a producción. Yo no tengo que estar todos los días pero lo que siempre ha permanecido en estos siete años, es el compromiso y la gerencia de Jorge, estemos donde estemos. La empresa ha ido consolidándose. Antes hacíamos una colección de diez mil prendas, luego veinte mil, después treinta mil. Gracias a Colombiamoda, hemos crecido mucho internacionalmente. Yo siempre estoy en el stand, y cuando los clientes se dan cuenta de que además soy la creadora, diseñadora y propietaria es un plus muy grande para ALD.

Para mí es un placer sentarme en mi oficina a ver telas, me siento en Disney. Ver luego los diseños confeccionados es una maravilla. Se trata de un proceso muy distinto al de la actuación, pero que en mi caso van ligados. Se vuelve estratégico porque mi imagen es reconocida por la gente. La marca está ahora en países en los que se venden las novelas, pero mi principal mercado es Colombia. 

Mis diseños apuntan a las mujeres con curvas y me gusta pensar en necesidades puntuales, como el control de abdomen o la pretina anatómica para las mujeres que tienen ciertos gorditos. Trato de que las telas sean netamente colombianas. Me gusta incentivar la compra local, en el país hacemos cosas de muy buena calidad, a la vez que apoyamos el empleo. Este año tenemos planeado abrir la primera tienda en Medellín, luego en Bogotá y más adelante una tienda afuera. 

1. Es una empresa que produce jeans, blusas, vestidos, pantalones, faldas. 

2. La marca exporta a Estados Unidos, Guatemala, Costa Rica, Ecuador, Chile.

3. No tiene almacenes propios y vende en boutiques que se encuentran en todo el país.

aldmoda.com

Foto: Luis Felipe Escobar.