Oye bonita, sintonía con ritmo vallenato

En la pelea de los canales por el rating, el Canal Caracol le apostó al melodrama con acordeón y triunfó. Desde su estreno hace siete meses, Oye bonita se mantiene en los primeros lugares de sintonía y su éxito se le atribuye a su historia sencilla, a un elenco joven que cautivó al público y a las canciones de Diomedes Díaz.

Por Redacción Cromos

16 de mayo de 2009

Oye bonita, sintonía con ritmo vallenato
Oye bonita, sintonía con ritmo vallenato

Oye bonita, sintonía con ritmo vallenato

Hacer telenovelas tiene su fórmula, pero aunque el amor, el desamor, las traiciones y un final feliz son ingredientes de una receta llamada melodrama, su combinación no siempre garantiza el éxito. Claro que si a la receta se le agrega música y sabor colombiano, surge una mezcla seductora como Oye bonita, una telenovela que se ha mantenido en los primeros lugares de sintonía desde que se estrenó en octubre de 2008 y que, a ritmo de vallenato, parece que seguirá bailando a sus enfrentados.

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Detrás del éxito de esta producción de Colombiana de Televisión para el Canal Caracol hay un trabajo de investigación que tomó cinco años. Inicialmente l a i dea era abordar la vida de Diomedes Díaz. Pero luego la decisión fue contar una historia basada en las composiciones más conocidas del Cacique de La Junta, pues las canciones eran más atractivas para la audiencia que centrarse en un personaje que implicaba otro riesgo: mostrar un artista que por sus escándalos fuera del escenario podría generar rechazo.

El lugar privilegiado de Oye bonita no es sólo el resultado de que a la fórmula de la telenovela le hayan agregado vallenato. A fin de cuentas, el melodrama musical en la televisión colombiana ha funcionado con producciones como Música maestro, Quieta Margarita, Escalona y, la más reciente, La hija del mariachi. "Si uno supiera la fórmula no habría fracasos", afirma Malcom Aponte, productor general de la telenovela, quien asegura que el secreto del éxito de Oye bonita es identificar los elementos y mezclarlos de manera acertada. Colombiana de Televisión tuvo éxito también en la franja de la noche con La sucursal del cielo, una serie que se emitió a comienzos de 2008 y que les dio indicios de cuáles eran los elementos que les siguen gustando a los colombianos.

Hubo música salsa y humor como parte de una historia cercana a los televidentes, algo que también se aplicó al caso de Oye bonita. "Se juntan la música, el paisaje, una historia sencilla colombiana, y además un elenco nuevo y joven, con más músicos que actores. Esto le da ritmo y personajes creíbles y frescos", agrega Aponte.

Caracol le dio libertad y aceptó el riesgo de apostarle a una historia sencilla y sin mayores pretensiones. "En la medida que se arriesga por caras nuevas se gana mucho. A nosotros nos interesa darles espacio a nuevos talentos", dice Camilo Durán, directivo del canal. Una apuesta que también les trae algunas ventajas: los costos son más bajos pues la producción no es en la Costa sino en Girardot; el elenco desconocido y joven, sin actores consagrados, divas o estrellas de moda, implica también salarios más bajos. Los resultados les ha dado la razón. Por un lado está casi a la par con Vecinos, también del Canal Caracol, y por otro, ha convertido a sus protagonistas en ídolos del público. Su protagonista, Karoll Márquez, el Monchi, viaja por todo el país para presentarse en conciertos gratuitos donde interpreta las canciones de la telenovela.

El crítico de televisión Ómar Rincón destaca que en medio de un país truculento, esta producción tiene una característica a su favor: es relajada. "El tema vallenato es un diamante, es la música nacional, además de que no tiene chistes flojos ni sus personajes se acuestan cada cinco minutos. Su virtud es relacionar las canciones con la historia", opina Rincón. Para completar, los productores de la serie se han cuidado de la forma en que cuentan la historia, para g a r a n t i z a r l a sintonía en el público infantil. 

Y aunque no faltan las comparaciones con Escalona, que se emitió en 1990, el libretista Arleth Castillo manifi esta que no hubo temor cuando comenzaron a escribir la historia. "Escalona era más bucólica, aunque sabemos que es imposible no conectarlas porque ambas hablan del sentimiento vallenato de la región", dice el libretista.

Todos estos elementos se combinaron además en la franja triple A del Canal Caracol con otras dos propuestas que el público premió con sintonía: Vecinos y La quiero a morir, la primera con humor y la segunda cercana al melodrama clásico. Juntas resumen el gusto de los colombianos en cuanto a la telenovela: humor, música y drama. Rincón reconoce la fortaleza que ha mantenido la historia, pero afirma que también ha contado con la suerte de no tener un enfrentado de peso en RCN, un rival que no se repone de su crisis creativa.

"El éxito de Oye bonita debe verse en contexto y le puede suceder algo similar a lo que pasó con Nuevo rico nuevo pobre, que si se le pregunta al público hoy casi nadie se acuerda de qué se trataba. Novan a pasar a la memoria colectiva del país como lo hicieron El Cartel o El último matrimonio feliz", agrega. Lo que sí se sabe es que la historia de Diana y Monchi va para largo pues de los 40 capítulos iniciales, se pasó después a los 80 y luego a los 120. "Ese no ha sido un problema porque el fi nal siempre ha estado escrito, sabemos para dónde vamos", concluye Aponte.

Por Redacción Cromos

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