Una pena de amor se llevó al último oso polar de África
Tres males le ganaron lo batalla al último oso polar de África: la artritis crónica, la insuficiencia hepática y la pérdida de su compañera fiel GeeBee, de su misma especie. Por eso, uno de los veterinarios del Zoológico de Johannesburgo no tuvo más remedio que sacrificar dignamente a Wang.
Quizás todo siempre fue fácil gracias a la compañía de su novia GeeBee, que lastimosamente también murió a comienzos de este año por causa naturales. Desde ese momento, nadie pudo consolar a Wang.
Según informó el Zoológico de Johannesburgo, en las últimas semanas el oso era tratado con programas especiales que buscaban acabar con su tristeza, incluso meses atrás se celebró el Día de San Valentín a su nombre. Sin embargo, los esfuerzos no dieron fruto.
En tributo al «amado Wang», en septiembre, el zoológico hará una caminata dedicada al legado del último oso polar que pisó tierras africanas.
Si quieres unirte a este homenaje, puedes mandar mensajes a la cuenta de Twitter @JoburgParksZoo.