¿Atalanta o Atalantica?

El mundo dictó sentencia. El fenómeno Atalanta se desinfló ante el poderío del Madrid, que lo puso en su lugar en la Champions. Sin embargo, si lo vemos con cabeza fría, el método bergamasco podría estar hasta ahora comenzando a escribir su historia.

Mas allá del resultado ante el Madrid (con ayuda arbitral de por medio en la ida y del arquero Sportiello en la vuelta, las dos veces comenzando el juego, lo que ponía más cuesta arriba el camino de los de Gasperini), no se puede menospreciar lo que ha hecho Atalanta hasta acá.

Dentro de Italia, porque revolucionó la manera de jugar. Hoy la Serie A es la liga en la que mayor tiempo efectivo de juego hay (56,9 minutos en promedio, por encima de la Premier League, que tiene 56,5, y la Liga de España, que tiene 52,9) y en gran parte se le debe a ese equipo chico llamado Atalanta, que un día decidió ser valiente e ir al ataque, de manera desequilibrada y asumida, incluso ejerciendo marcas individuales en terreno enemigo, cuya fórmula emulan los grandes Inter, Milan y Roma (la Juventus todavía no asume el reto y le está costando trabajo la Serie A por primera vez en diez años). Recordemos que en Italia hasta hace poco se aplaudía mas un quite deslizante que una gambeta. Gasperini y sus muchachos cambiaron el rumbo.

En Europa, porque el modelo Atalanta es de los más rentables del mundo, aun en tiempos de pandemia. Antonio Percassi, su millonario dueño, no ha despilfarrado el dinero. La nómina de su equipo está conformada en su mayoría por curtidos guerreros de mil batallas, talentosos, pero aún hambrientos de gloria. Muriel, Zapata, Freuler, Ilicic y Palomino tienen en común que siempre estuvieron en boca del mercado, pero nunca pudieron brillar en un equipo grande. Así se conformó una nómina de presupuesto medio, conformada por hombres de gran despliegue físico, como lo exige su manera de jugar.

Pero el departamento de ventas está activado. Saben conseguir talento joven por toda Europa, terminan de formarlo y lo venden, sin tocar su columna vertebral jamás. Así Kulusevsky, Kessié, Castagne y Cristante reportaron transferencias por 104 millones de euros en las últimas dos temporadas. Su rentabilidad está asegurada.

Es verdad que hay visos de desgaste de Gasperini con sus jugadores. Se fue Papu Gómez por problemas con él, y también tuvo líos con Ilicic y Gollini, el arquero que venía siendo titular hasta hace un mes, no volvió a aparecer.

Sin embargo la fórmula ya está escrita y es exitosa.En la cancha un equipo chico no tiene por qué esconderse de nadie y se pueden construir modelos rentables y ganadores sin necesidad de invertir millonadas. Solo el tiempo dirá si el Madrid convirtió al Atalanta en Atalantica o simplemente lo sucedido en la Champions hace parte del curso natural de un equipo que apenas jugaba por segunda vez el máximo torneo de clubes del mundo. El año pasado llegó a cuartos y este curso firmó los octavos de final. Nada mal.