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Santa Fe: una estrella merecida


“Un líder es aquel que conoce el camino, sigue el camino y muestra el camino”, John Maxwell.


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Luis Fernando Montoya
03 de julio de 2025 - 04:45 p. m.
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El Independiente Santa Fe ha conquistado, con valentía y carácter, su décima estrella. Lo hizo venciendo no solo al rival más sólido del torneo —el Independiente Medellín—, sino también a quienes creyeron que no podía lograrlo. Contra todo pronóstico, el León rugió más fuerte que nunca.


Este título no es obra del azar, sino el resultado de liderazgo auténtico, trabajo en equipo y una convicción profunda en sus procesos.


Liderazgo desde la cima, la dirección que marcó la diferencia: al frente del proyecto está el presidente Eduardo Méndez, abogado con vasta experiencia en el mundo del fútbol. Supo navegar entre dificultades con temple, visión y perseverancia. Su capacidad de negociación, presencia constante y confianza en el equipo fueron determinantes. Su liderazgo silencioso, pero firme, sostuvo el proyecto en los momentos en los que más se necesitaba.


Tres técnicos, una misma meta: en este camino hacia la décima estrella participaron tres entrenadores, cada uno dejando una huella en la construcción colectiva. El cierre triunfal estuvo a cargo del uruguayo Jorge Bava, quien en apenas tres meses logró consolidar una idea de juego, potenciar el grupo y levantar la copa. Un gesto de grandeza del equipo fue reconocer también el aporte de los dos entrenadores anteriores: Francisco López y Pablo Peirano.


Un equipo de verdad, con experiencia, humildad y compromiso: la nómina fue una mezcla inteligente de jugadores experimentados y jóvenes con hambre de gloria. Lejos del ruido mediático, se enfocaron en trabajar, cuidarse mutuamente y mantener los pies sobre la tierra.


No se proclamaron campeones antes de tiempo: hablaron en la cancha, no en las redes. En la adversidad, se mantuvieron unidos. En el triunfo, fueron humildes.


Liderazgo en la cancha, Rodallega y su legado: varios futbolistas ejercieron protagonismo, pero Hugo Rodallega brilló como referente absoluto, con carácter, temple, solidaridad y fidelidad al proceso. Fue guía y espejo para sus compañeros. Nunca se rindió, siempre creyó. Su mentalidad de crecimiento y su respeto por el trabajo colectivo lo convierten en un referente que inspira más allá del club.


La hinchada, su fe incondicional y amor sin excusas: la afición santafereña estuvo presente en cada paso, acompañando, alentando y creyendo, incluso en los momentos más inciertos. Su fidelidad no dependió del marcador, sino del amor a los colores. Su rugido acompañó al León hasta lo más alto.


¡Volvió a rugir el León! Que todos los que lo quieren celebren sin reparos. Que levanten la voz y el alma, porque la décima estrella es el premio a la constancia, al silencio valiente y al liderazgo auténtico. Felicitaciones, Santa Fe, porque en la cima solo caben los que nunca dejaron de creer.

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Baldomero Mendez(51552)04 de julio de 2025 - 12:45 p. m.
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