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Un Liverpool sin norte

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Antonio Casale
27 de octubre de 2025 - 12:12 p. m.
Mo Salah, referente ofensivo del Liverpool.
Mo Salah, referente ofensivo del Liverpool.
Foto: EFE - ADAM VAUGHAN
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La crisis del Liverpool, uno de los equipos más importantes de los últimos años en el mundo, empieza a sentirse menos como un tropiezo aislado y más como un aviso serio. Porque justo en el momento en que salieron jugadores claves —la marcha de Luis Díaz— y llegaron fichajes de enorme valor como Florian Wirtz por cerca de 136 millones de euros, los resultados comenzaron a torcerse. Y no se trata solo de mala suerte: esta semana cayó por cuarta vez consecutiva en la Premier League.

El contraste con la temporada pasada es inevitable. Ese Liverpool conquistó la liga con un bloque asentado, jugadores que sabían lo que hacían juntos y una idea de juego clara. No era un equipo que pidiera a gritos una revolución. Sin embargo, Arne Slot ha tenido prácticamente la misma plantilla que encontró… y aun así decidió “hacer su equipo”. Quizá por ambición, quizá por ego. Pero cuando algo ya funciona, cambiarlo sin necesidad conlleva un riesgo evidente.

Cuando un club articula su proyecto alrededor de un técnico por encima del club mismo, se genera una dependencia excesiva: si el técnico acierta, todo fluye; si tropieza, todo se desploma. Es una vieja lección que el fútbol ya nos ha enseñado. El Manchester United cayó en una crisis de identidad tras la salida de sir Alex Ferguson. Pasa en todo el mundo: mire lo que ha sufrido aquí Millonarios tras la salida de Alberto Gamero… Apostar todo a un entrenador es volar alto… pero sin red.

Y eso está pasando en Anfield. La inversión millonaria y los nombres rimbombantes chocan con un equipo que ha perdido confianza y equilibrio. La defensa se ve frágil, el estilo todavía no se reconoce y la sensación es que la idea colectiva se diluyó en medio de tanta novedad. Ya suman cuatro derrotas en apenas nueve jornadas, un número que la temporada pasada tardaron muchísimo más en alcanzar. No es solo un bajón: es una caída acelerada.

El problema no son los refuerzos, sino el momento y la coherencia. Slot ganó la liga el año pasado con la plantilla que heredó. Si hubiese fortalecido esa base con pequeños ajustes, nadie estaría hablando de crisis. Pero el giro fue profundo, casi una refundación innecesaria. Y cuando la apuesta es tan alta, la factura llega rápido.

Ese Liverpool campeón, ya construido y probado, ha dado paso a un reset que nadie pidió. Y si no corrige pronto, el milagro del título puede convertirse en pesadilla. Para volver a levantarse, primero hay que recordar quién es uno. Y eso, ahora mismo, es lo que más necesita el club de Anfield.

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JORGE ORLANDO DUQUE E(79458)29 de octubre de 2025 - 03:20 p. m.
Y es que Gamero ganó muchos títulos??
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