El baloncesto profesional tiene una nueva oportunidad

Los dirigentes del deporte de la pelota naranja llevan casi 30 años tratando de consolidar un campeonato, pero la falta de respaldo económico lo ha impedido.

luis Guillermo Ordóñez Olano
10 de junio de 2017 - 05:58 a. m.
Piratas de Bogotá juega como local en el coliseo El Salitre. Este sábado, 4:00 p.m., y el domingo, 11:00 a.m., lo hará contra Academia de Medellín.  / Juan Camilo Quintero
Piratas de Bogotá juega como local en el coliseo El Salitre. Este sábado, 4:00 p.m., y el domingo, 11:00 a.m., lo hará contra Academia de Medellín. / Juan Camilo Quintero

El miércoles en la noche, Rosa Aponte y su esposo veían por televisión el tercer juego de la final de la NBA, entre los Cavaliers de Cleveland y los Warriors de Golden State, cuando uno de los comentaristas de un canal internacional les envió un saludo a los ocho clubes de la Liga Colombiana de Baloncesto Profesional.

¿Cómo así?, se preguntó. ¿Cuándo comenzó? ¿Dónde? Su esposo, uno de los millones de jugadores que participan los fines de semana en torneos aficionados en todo el país, también se sorprendió.

A pesar de ser uno de los deportes más practicados en Colombia, probablemente sólo superado por el fútbol, el ciclismo y el microfútbol, el baloncesto no tiene la difusión que merece, y por eso los esfuerzos por masificarlo no dan los resultados esperados.

Hace tres semanas arrancó una nueva versión de la Liga, tras casi un año de ausencia. Sus promotores esperan que esta vez sea la vencida y que se logre consolidar.

“Hemos tenido muy buena acogida. Hay cosas que corregir, pero en líneas generales el balance es positivo. Ya comenzamos a hacer algo con la televisión. Telepacífico transmitió dos partidos de Fastbreak del Valle y hay interés de Telecafé y el Canal Capital para hacer los juegos de sus equipos”, explica José Tapias, presidente de la División Profesional de Baloncesto, entidad encargada de organizar el torneo.

Sabios de Manizales, Cóndores de Tocancipá, Piratas de Bogotá, Águilas de Tunja, Caciques de Valledupar, Cimarrones de Quibdó, Academia de Medellín y Fastbreak de Cali son los ocho clubes participantes.

Este último es la gran novedad, pues el departamento del Valle no había tenido equipo profesional, a pesar de ser una región de gran tradición basquetera, cuna de varios de los mejores jugadores del país.

Su presidente, John Mario Tejada, asegura que “le apostamos a este proyecto para que la gente se reenamore de nuestro deporte, pues lo importante es que haya afición. Hemos contado con el apoyo del gobierno local y de algunas empresas privadas, aunque seguimos tocando puertas”.

La participación de cada club durante la temporada, que irá hasta comienzos de agosto, cuesta al rededor de $400 millones. “Para cubrir el presupuesto hay que hacer maromas, recurrir a amigos empresarios, pedir préstamos de escenarios, hacer rendir las taquillas, etc.”, admite Carlos Parra, el gestor de Búcaros, que este año tiene como sede a Valledupar.

“Esa ha resultado ser una gran plaza, la ciudad necesitaba un espectáculo como el nuestro. Quibdó es una maravilla, así como Manizales y Tunja. Cali llegó pisando fuerte y con muy buena energía”, aseguró Tapias, para quien la estrategia a seguir es clara.

Según el dirigente, al baloncesto hay que convertirlo en un producto, una oportunidad para patrocinadores, aficionados y jugadores, que genere alianzas a mediano y largo plazo, contratos a tres o cinco años, no para una sola temporada.

Para lograrlo, está trabajando con los presidentes de los clubes y la Fecolcesto en temas aún débiles, como la promoción y el mercadeo, que no es fácil, porque aunque el público pide que se transmitan y se hable de otros deportes, siempre consume fútbol.

También le quieren apostar a la continuidad dirigencial, que es la que permite que se cumplan los procesos. Los cargos directivos generalmente son ad honorem y mucha gente llega, trabaja algún tiempo y se va.

Errores se han cometido muchos, pero hay que tratar de mejorar. Hemos tenido experiencias positivas y negativas. Ya sabemos que una sola persona no puede liderar, que se necesitan varios motores para poner esta máquina a marchar. Adaptamos el torneo al calendario internacional para que los jugadores tengan fogueo y motivación para ser seleccionados y representar al país, como ocurrirá con la Copa América y el premundial”, agrega Tapias, quien reconoce que sin el apoyo de los Institutos Departamentales de Deportes, Coldeportes, el COC y los mismos jugadores, la Liga ya habría desaparecido.

La federación también organiza la Copa Especial Femenina, que ya está dando frutos. Este viernes, la selección sub-16, dirigida por Guillermo Moreno, venció a la de México 45-41 y se clasificó, por primera vez en la historia, para el Mundial de la categoría, en Rusia 2018.

Por luis Guillermo Ordóñez Olano

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