El venezolano Aníbal Sánchez abrirá el tercer juego de la Serie Mundial

El lanzador de 35 años, oriundo de Maracaibo, tendrá la responsabilidad de encaminar a los Nacionales a su tercera victoria sobre los Astros.

EFE
25 de octubre de 2019 - 02:36 p. m.
Sánchez (dere.) debutó en la MLB en 2006 con los Marlins de la Florida. / EFE
Sánchez (dere.) debutó en la MLB en 2006 con los Marlins de la Florida. / EFE

El lanzador venezolano Aníbal Sánchez no acapara la atención de las grandes figuras ni tampoco tiene los mismos contratos multimillonarios, pero se ha convertido en el símbolo de la superación que hizo posible no solo recuperar su condición de abridor ganador sino recibir el honor de darle apertura al tercer juego de la Serie Mundial con los Nacionales de Washington.

A Sánchez, de 35 años, natural de Maracaibo, le basta con hacer bien las cosas en el montículo, y ser feliz consigo mismo, de ahí que tampoco tiene problemas con no haber lanzado todavía en la Serie Mundial y mucho menos que el presidente Donald Trump pueda estar presente en alguno de los partidos.

"Es el presidente de este país. Si quiere venir al juego lo puede hacer. Por supuesto, todos deben respetar esa situación. No voy a decir nada en su contra”, comentó Sánchez.

El pelotero venezolano acumular una marca ganadora de 1-0 con 0.71 de efectividad además de llevar un juego sin hit hasta la octava entrada en su reciente aparición.

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Sánchez será el abridor de Washington en el tercer juego de este viernes por la noche contra el derecho de los Astros, Zack Greinke, quien intentará evitar que los Houston caigan en desventaja de 3-0, un déficit que nunca se ha remontado en un Clásico de Otoño.

La última vez que Sánchez lanzó, brilló al máximo al admitir apenas un imparable -al vigésimo séptimo y último bateador que enfrentó- y otorgó una base por bolas para ayudar a Washington a derrotar 2-0 a los Cardenales de San Luis en el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

Eso fue el pasado 11 de octubre, lo que significa que Sánchez tuvo 13 días de descanso entre aperturas, muchos más de los cuatro o cinco que recibe generalmente. Y eso que las paras prolongadas nunca han sido un problema para el venezolano, pues a lo largo de su carrera se ha acostumbrado a eso, a pasar de una franquicia a otra y a jugar poco, pero haciéndolo bien.

“Espero festejar mi primera Serie Mundial con el equipo que me dio la oportunidad de seguir en las Grandes Ligas”, concluyó.

 

Por EFE

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