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Bernardo Espinosa: 'La selección me ilusiona'

El central del Racing de Santander es una de las alternativas para José Pékerman en el equipo nacional.

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Luis Guillermo Ordóñez O.
08 de febrero de 2012 - 09:39 p. m.
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El técnico José Pékerman acaba de llegar a Colombia y ya tiene su primer reto: armar la convocatoria para su estreno al frente del combinado nacional, el partido ante México el próximo miércoles 29 de febrero en Miami.

Y aunque el estratega y su grupo de colaboradores llevan un par de meses mirando jugadores criollos, tendrá dificultades para escoger a sus defensas centrales, porque la mayoría de los que han actuado últimamente con la selección no son titulares en sus clubes.

Mario Yepes está lesionado. Iván Ramiro Córdoba, Cristian Zapata y Luis Amaranto Perea actúan muy poco, mientras que Alexis Henríquez apenas está saliendo de la pretemporada con Nacional. Aquivaldo Mosquera, el único que goza de continuidad, no pasa por su mejor momento en el América de México.

Por eso, y por su excelente momento futbolístico, el colombo-español Bernardo Espinosa podría ser una interesante opción. El jugador de 22 años, nacido en Cali el 11 de julio de 1989, ha sido figura del Racing de Santander, club al que llegó cedido en préstamo desde el Sevilla, dueño de sus derechos deportivos.

La tauromaquia en las venas

La relación de Bernardo Espinosa con España se gestó por allá en las décadas de los cincuenta y los sesenta, cuando su abuelo, el torero Édgar José Zúñiga Villaquirán, conocido como Joselillo de Colombia, se consagró en las más importantes plazas de la península ibérica.

El matador de toros se casó con una ciudadana española y formó su familia. Nació entonces María Dolores, la madre de “BJ”, como ella lo llama, por ser Bernardo José; para él, su abuelo y su tío, también torero, fueron grandes referentes.

“Viví mis primeros 10 años en Cali. Iba mucho a toros y quería ser matador, pero una vez me llevaron a torear (una vaquilla de la ganadería Mondoñedo) y hasta ahí llegue. El susto fue tremendo. Desde entonces veo los toros desde la barrera”, recuerda Bernardo desde Santander, en donde por estos días sufre por la tremenda ola de frío que azota a Europa.

Cursó la primaria en el Colegio Bolívar, cerca a Pance, donde se la pasaba jugando al fútbol y haciéndole fuerza al Deportivo Cali. Hasta que su vida cambió radicalmente. Su abuelo murió en 1997 y tiempo después los Espinosa Zúñiga decidieron radicarse en España.

Llegaron a Marbella, en la provincia de Málaga, en donde Bernardo hizo del fútbol su prioridad. “Comencé a destacarme, a pasar de un equipo a otro y a sentir que quería ser futbolista, hasta que a los 16 años apareció el Sevilla y me compró”, explica.

El club andaluz lo vinculó a sus divisiones menores. En cuatro temporadas con el equipo filial jugó 79 partidos, marcó dos goles e incluso fue convocado una vez, antes de cumplir los 20 años, a un microciclo de la selección colombiana juvenil que dirigía Eduardo Lara. “Después me lesioné y no me volvieron a llamar”, dice.

Hasta que a comienzos de 2011 se estrenó en primera, en un compromiso ante Osasuna. También jugó un partido de Copa del Rey, contra el Real Unión, al que le anotó su primer gol.

Y en el verano pasado fue cedido al Racing. “Llegué un poco tarde en la pretemporada, así que tuve que esperar mi turno, pero por fortuna aproveché la oportunidad y me gané un puesto en el equipo”, señala Bernardo, de 1,92 metros de estatura, titular en 15 de los 21 choques que van de la liga, en la que además lleva dos goles marcados.

El Espectador habló con él momentos antes de que se sentara a ver el partido que le ganó este miércoles el Barcelona al Valencia por la semifinal de la Copa del Rey.

Habló de su experiencia en la liga más promocionada del mundo, de la llegada de José Pékerman a Colombia, de la posibilidad de ser convocado a la selección y de sus planes para el futuro.

¿Está ilusionado con una convocatoria a la selección de Colombia?

Pues me alegra mucho que allá esté teniendo repercusión lo que hago con el Racing. Es un gran halago que lo hayan notado. Eso, lógicamente, genera ilusión.

Varios de los defensas experimentados no están disponibles. ¿Cree que es su gran opción?

Siempre he trabajado para mejorar, para crecer como jugador y como persona. Si se da sería bonito, pero ahora mismo mi gran preocupación es consolidarme en primera, sumar partidos y experiencia, porque tengo mucho por aprender.

¿Qué clase de jugador es?

Soy un defensa central contundente, corpulento. Bueno en el juego aéreo y práctico con la pelota, no me gusta complicarme, aunque la formación en el Sevilla me ayudó a mejorar con la pelota en los pies. Un defensa serio que trabaja al máximo día a día.

¿Cuáles jugadores lo han complicado más?

Pues acá he tenido el privilegio de enfrentar a los mejores del mundo. Al Madrid le empatamos acá en casa y frente al Barcelona caímos. Esos dos clubes son probablemente los mejores de la historia. A nivel individual, Messi está en otro nivel.

¿Qué planes tiene para el futuro?

Seguir en ascenso. En junio debo regresar a Sevilla, con el que tengo tres años de contrato. Después veremos qué pasa. Uno sueña, lógico; me gustaría jugar en Alemania o Inglaterra, pero no tengo afán, estoy disfrutando lo que hago. También quisiera estudiar odontología o terminar la carrera de administración de empresas, pues ya hice dos años.

¿Y qué opina de José Pékerman?

Es un técnico de gran trayectoria que sabe bien en lo que se está metiendo. Espero que la gente lo apoye.

Usted tiene la doble nacionalidad. ¿Jugaría con España?

Pues la verdad es que no he tenido ningún contacto con las selecciones de acá, en cambio en Colombia ya fui a una sub-20.

Por Luis Guillermo Ordóñez O.

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