Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El británico Lewis Hamilton (Mercedes) ganó ayer el Gran Premio de Singapur de Fórmula Uno y se colocó al frente del Mundial por delante de su compañero alemán Nico Rosberg, quien abandonó al principio de la carrera por problemas eléctricos en su bólido.
El campeón del mundo de 2008 completó una carrera sin errores, en la que hizo tres paradas en boxes y terminó con 13 segundos de ventaja sobre el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), segundo tras tres años seguidos ganando en el circuito urbano de la ciudad asiática.
“Por la noche soñé que esto iba a ocurrir así, pero como saben bien, los sueños no se cumplen todos los días”, desveló Hamilton, sin olvidarse de agradecer a su equipo “todo el trabajo realizado este año”.
La carrera nocturna estuvo iluminada por un Hamilton perfecto, muy rápido de principio a fin, que se impuso a sus rivales, ya fuera con gomas blandas o superblandas. Es la 29ª victoria del británico en la Fórmula Uno y la segunda consecutiva tras la cosechada en Monza, en el Gran Premio de Italia.
“No fue perfecto para el equipo, porque Nico no acabó, ya que siempre intentamos acabar con los dos coches en los dos primeros puestos. Creo que aquí nadie había hecho un ‘doblete’ y esa era nuestra intención”, comentó el inglés de 29 años de edad.
Hamilton podrá ahora afrontar el futuro con más tranquilidad. A finales de agosto, después de un incidente con Rosberg en Spa, estaba a 29 puntos del alemán y dos carreras más tarde tiene 3 puntos de ventaja, cuando faltan cinco Grandes Premios por disputarse, incluido la última prueba en Abu Dabi, a finales de noviembre, que contará doble (50 puntos para el vencedor).
La temporada de la máxima categoría del automovilismo continuará en Japón el 5 de octubre, con la carrera que se disputará en el circuito de Suzuka.