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En una jornada marcada por la caída que eliminó para el Dauphiné y el Tour de Francia al británico Chris Froome, su compatriota Adam Yates se enfundó el maillot amarillo tras la contrarreloj de 26 kilómetros disputada en la localidad de Roanne, en la que el joven belga Wout Van Aert (Jumbo Visma) dio una lección magistral a todos los especialistas.
Mientras Froome ya estaba descartado para el Tour pasando pruebas radiológicas en el hospital, Van Aert, de 24 años, triple campeón del Mundo de ciclocross que anuncia grandes éxitos en ruta, se imponía con rotundidad en la crono marcando en meta un tiempo de 33.38 minutos, a una media de 46,56 kms/hora.
Una forma de volar para apuntarse su primera victoria World Tour, dejando mudos a los grandes especialistas de la modalidad y resto de favoritos, que no pudieron ni acercarse a su registro. Sacó 31 segundos a Van Garderen y 47 a Dumoulin, segundo y tercero, respectivamente, 49 a Kruijswijk, 56 a Yates, 1.06 minutos a Fuglsang, 1.21 a Pinot, 1.23 al anterior líder Dylan Teuns y 1.36 a Nairo Quintana.
Un repaso en toda regla del ciclista de Herentals que confirma su imparable progresión cada vez que se sube a la bicicleta. Se quedó noveno en la general a 30 segundos de Yates, pero su calidad y descaro ya no le descarta para luchar entre los grandes.
Adam Yates tomó el mando entre el grupo de candidatos al amarillo. Supera en 4 segundos a Teuns, que luchó hasta el último metro por seguir de amarillo. Fuglsang se sube al podio a 7 y en menos de 40 segundos están apretados Kruijswijk, Pinot, Aert y Quintana. Sin embargo, el francés Romain Bardet se aleja a 1.27.
Una crono clave para la general que pasó a segundo plano por la fractura de fémur y el adiós al Tour de Francia de Froome tras la caída que sufrió en el reconocimiento del circuito, en el descenso de Saint-André-D'Apchon, donde chocó contra un muro. El tetracampeón del Tour fue trasladado en helicóptero a un hospital de Roanne. Adiós al Dauphiné y al sueño de entrar en el "club de los 5" vencedores del Tour.
Un golpe durísimo para la formación británica, que ya soñaba con el tridente formado por Froome, Geraint Thomas y Egan Bernal. Las bazas quedan en dos, pero consistentes, ya que lucharán por el título en París el actual ganador de la "grande boucle" y la perla del ciclismo colombiano. Froome estrelló contra un muro sus ilusiones en la Dauphiné y Tour.
En la carretera, el circuito ofrecía 11,5 kilómetros de ascenso a Saint-André-D'Apchon y luego una bajada hasta la meta. Van Aert marcó el mejor tiempo en ese punto dejando claras sus intenciones. Pasó con 8 segundos de adelanto sobre Kruijswijk y Adam Yates, 18 respecto a Dumoulin y Fuglgsang, 35 mejor que Pinot y 45 sobre Quintana.
En la bajada no hubo tregua, Van Aert aguantó el ritmo y llegó a meta con un registro insuperable. Si tuteó en las clásicas a los grandes especialistas, en las carreras por etapas también destaca este corredor que pide paso a gritos, incluso para el Tour. El grito de la desesperación fue el de Froome. Adiós amargo a la ilusión de su quinto Tour.
Este jueves, la quinta etapa llevará al pelotón de Boën-sur-Lignon a Voiron a través de 201 kilómetros.