Benjamin King levantó los brazos, cerró los puños, se emocionó, festejó. Logró ganar su primera etapa en una de las carreras grandes del ciclismo mundial: la Vuelta a España. El estadounidense, que corre para el equipo Dimension Data, celebró como un niño, logró un sueño que siempre lo había acompañado, que siempre había imaginado.
El pedalista norteamericano, tras confrontar sus emociones y dominarlas, analizó el embalaje final, en el que se impuso al kazajo Nikita Stalnov del equipo Astana. Esa imagen se quedará para siempre en su cabeza y recordando esos últimos kilómetros, confesó haberse sentido nervioso. Fue una guerra constante por no desconcentrarse, por no dejar que sus pensamientos lo dejaran con las manos vacías. "Me pasó de todo por la cabeza, pensé tanto en ganar la etapa como en ser líder de la general, porque era una posibilidad real", que le daba la gran diferencia que llegó a alcanzar la fuga que le permitió obtener el triunfo.
Solo se quedó con el triunfo de la fracción, porque atrás, los favoritos apretaron el paso. Pero no es algo que desmerite, por el contrario su ánimo subió hasta las nubes por lo ocurrido. "Al final ha sido la etapa y mejor porque es muy importante para el equipo y para mí. Y también es una buena oportunidad de publicidad para Qhubeka", el proyecto social africano con el que colabora Dimension Data. "Estoy muy orgulloso de representarlo", dijo sobre Qhubeka y quedó "muy agradecido con el equipo por la confianza que me da".
Para Benjamin King no es solo una victoria de etapa. Es un paso importante, un logro, un anhelo cumplido. Sin importar los años, lo importante es perseverar. Son 10 años que cumple como profesional, en los que ha pasado por equipos como el Trek, Radioshack, Garmin, Cannondale y ahora en el Dimension Data. Después de miles y miles de kilómetros recorridos, por fin se quedó con un triunfo en una grande, por lo que el 28 de agosto para este ciclista estadounidense, será inolvidable.