Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El británico Simon Yates, del equipo Mitchelton, demostró con su victoria en el Gran Sasso, el domingo pasado, que la camiseta rosa que luce no es ningún espejismo, por lo que su candidatura cotiza al alza en un presumible duelo con el holandés Tom Dumoulin, mientras que Chris Froome pierde favoritismo, pues está a 2:27 del líder en la general.
Y ahí, con perfil bajo, está el colombiano Esteban Chaves, escolta de Yates en la clasificación, a 32 segundos, por delante de Dumoulin, a 38’’. El bogotano puede pescar en río revuelto y aunque tiene como misión apoyar a su compañero, no tendrá que trabajarle tanto como los demás, pues en determinado momento puede ser también una carta fuerte para pelear por el título.
El gigante en la primera semana del Giro fue Yates, quien en las llegadas en ascenso ha puesto a sufrir a sus rivales directos. Si bien Dumoulin ha aguantado, cediendo pocos segundos, Froome ha perdido tiempo considerable. Por no hablar del italiano Fabio Aru, alejado ya a 2:36.
La segunda semana será de desgaste, con dos jornadas complicadas, dos llanas y un fin de semana montañoso, en el que espera el mítico y temible Monte Zoncolan, el sábado.
Tras la jornada de descanso de ayer, los libretos de la carrera rosa han variado. El duelo inicial Froome-Dumoulin ha pasado al esperado Yates-Dumoulin.
El equipo Mitchelton sabe que necesita aumentar la ventaja sobre Dumoulin aprovechando el dulce estado de forma de la dupla Yates-Chaves para así evitar una presumible paliza por parte del holandés en la crono de la decimosexta etapa, aunque eso no aseguraría nada, porque la tercera semana será terrible.
Tal vez tocado por el caso de su positivo por salbutamol pendiente de resolución, Froome no tira la toalla y anuncia batalla hasta el final, pero las sensaciones que ha ofrecido le han hecho perder el rótulo de primer favorito.
Con dudas siguen también los colombianos Carlos Betancur y Miguel Ángel López, que han cedido tiempo importante pero auguran mejoría, si no para buscar el título, al menos para disputar triunfos parciales.