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El coraje del “Chavito” colombiano

“Sin querer queriendo”, el ciclista bogotano Esteban Chaves fue uno de los deportistas más destacados en 2015, tras una Vuelta a España inolvidable y el título en Abu Dabi.

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Gloria Bejarano C.
29 de diciembre de 2015 - 04:13 a. m.
El ciclista colombiano Esteban Chaves ganó dos etapas en la Vuelta a España, de la que fue líder por seis días.  / AFP
El ciclista colombiano Esteban Chaves ganó dos etapas en la Vuelta a España, de la que fue líder por seis días. / AFP
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Uno de los días más felices en la familia Chaves Rubio fue cuando Esteban decidió que quería dedicar su vida al ciclismo. Tenía 13 años y participó con su padre en una competencia de duatlón celebrada en Guatavita. Hasta ese momento Chavito, como lo bautizaron más adelante sus compañeros en el equipo Colombia es Pasión, se inclinaba por el atletismo, pero después de subirse a la bicicleta y ganar la prueba, supo que ese era su destino.

“Definitivamente quiero ser ciclista, pa’ ”, fue lo primero que le dijo Esteban a Jairo, un verdadero apasionado por el caballito de acero. Después de eso hubo fiesta familiar. “Nunca voy a olvidar ese día. Creo, sin exagerar, que fue uno de los mejores de mi vida, cuando mi hijo me dijo eso sentí que el corazón se me iba a explotar”, recuerda Jairo, quien tuvo que vivir una verdadera odisea para empezar a hacer realidad el sueño de su hijo.

Para esa competencia la bicicleta que usó Esteban fue prestada. Antes de la carrera, Jairo fue a donde un amigo y encontró una perfecta. Era roja, de ruedas 26” y el tamaño ideal para él. Además, perteneció a Oliverio Cárdenas, así que tenía una historia realmente especial. Sin embargo, él aún no veía tan convencido a su hijo, así que no se arriesgó a comprarla y prefirió esperar el resultado de la competencia para tomar decisiones. Al siguiente día buscó a su amigo con una gran sonrisa. “Hermano, Esteban se entusiasmó y quiero que esta sea su primera bicicleta”, dijo, pero rápidamente volvió a la realidad cuando supo el precio. “Un millón doscientos es mucho, yo no tengo todo eso. ¿Qué hacemos?”, preguntó. Pero su amigo, contagiado con la ilusión de Jairo, encontró rápidamente una solución. “Vea, compadre, yo estoy necesitando un comedor y usted sabe fabricar muebles. Si quiere me hace uno bien bueno y yo le doy la cicla”, afirmó. La respuesta de Jairo no se hizo esperar. Ese fue el negocio de su vida.

De ahí en adelante todo se construyó con disciplina y perseverancia. Las medallas que ganaron ese día en Guatavita aún las conservan, junto con los afiches y siluetas que coleccionaban de los principales ciclistas del mundo, aunque poco a poco se hayan ido renovando, porque ahora el ídolo no es Nibali ni Valverde sino el niño de la casa, ese que relacionan siempre con el Chavo del Ocho por su nobleza y ternura.

Y es que uno de los planes favoritos en la familia Chaves Rubio es ver el tradicional programa mexicano. Cada vez que tienen la posibilidad de reunirse, en los pocos tiempos libres que le quedan al ciclista del Orica Green Edge, aprovechan para recordar viejos tiempos. “A nosotros nos gusta mucho ese programa, nos divierte. A Esteban siempre lo molestamos porque se parecen físicamente, por las pecas y a nivel de personalidad por lo tierno y sencillo”, asegura su mamá, Carolina Rubio, deseando que su hijo, al igual que el personaje infantil, “enamore a miles de niños en Colombia y en todo el mundo. Y que con su ciclismo sea un verdadero ejemplo para todos”.

Ese deseo de Carolina ya es una realidad, porque Esteban, con solo 25 años, ya es ejemplo deportivo en el país. A punta de trabajo y carácter, el bogotano se coronó campeón del Tour de Abu Dabi e hizo historia en la Vuelta a España 2015, en la que ganó dos etapas y fue líder por seis días. Ese esfuerzo y compromiso también es responsabilidad de sus padres, quienes le enseñaron desde niño que si quería algo tenía que luchar para ganárselo. Como esos tenis por los que tuvo que trabajar ayudando a su padre en la fábrica a clasificar los tornillos por tamaños cuando apenas tenía cinco años.

Nada de lo que ha ganado Esteban ha sido regalado, por eso no es un disparate pensar que repetirá la hazaña en la Vuelta a España 2016, que brillará en el Giro de Italia o que se le “chispoteará” cumplir su gran sueño, ganar un Tour de Francia. Lleva años preparándose para eso y lo va a lograr, porque tiene el coraje para hacerlo.

Por Gloria Bejarano C.

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