Publicidad

Esteban Chaves, hecho para triunfar en Europa

A los formadores del pedalista bogotano no les importaba que no ganara una Vuelta a Colombia o un Clásico RCN, él estaba para cosas más grandes en el ciclismo del primer nivel.

Luis Guillermo Montenegro Silva
12 de septiembre de 2016 - 12:51 a. m.
Esteban Chaves terminó tercero en la Vuelta a España 2016. / EFE
Esteban Chaves terminó tercero en la Vuelta a España 2016. / EFE

Luis Fernando Saldarriaga llegó a la reunión del comité del Colombia es Pasión a defender lo indefendible. A proponer un nuevo corredor que no contaba con buenos resultados y que solo tenía como prenda su paciencia y su perseverancia sobre la bicicleta. “Tocaba convencer a una gente de Coldeportes, a unos empresarios, al mánager y a la gerente del equipo de que Esteban Chaves se estaba formando para ganar en Europa. Que a mí no me interesaba que fuera campeón en Colombia”, recuerda Saldarriaga. Que no tiene hoja de vida, que no estamos para perder los recursos que tenemos, algunas de las frases tajantes que escuchó el entrenador.

De manera audaz, Luis Fernando logró que aceptaran a Esteban en la escuadra. Eso sí, le arrojaron una sentencia que no permitió debate alguno: “Si el pelao no rinde, usted se va con él”. Pero, consciente del talento de Chaves, en ningún momento se preocupó por esa condición que le pusieron los dirigentes y continuó ayudándolo en su formación.

La primera vez que lo vio fue en 2005, cuando Jairo, el papá de Esteban, se lo presentó en el velódromo de El Salitre y le dijo que si podía colaborarle con el entrenamiento de su hijo. Pero por esos días Luis Fernando era el encargado de las selecciones de pista de Colombia y la capital y no tenía tiempo. Pero un mes y medio más tarde, en una panadería del barrio Bonanza de Bogotá, por la avenida 68 con Boyacá, Jairo se volvió a cruzar con Saldarriaga y le dijo que había un grupo de papás que querían que sus hijos llegaran lejos en el ciclismo. Ya conocían del trabajo del entrenador paisa y por eso quería que él los ayudara. “Mi hijo va a llegar, por favor ayúdeme, no se va arrepentir”, le decía Jairo. Y tras la insistencia y obviamente conociendo parte del potencial de Esteban, llegó al acuerdo de que él le suministraría a Jairo el plan de trabajo para tres muchachos y que cada cierto tiempo los evaluaría en el velódromo de El Salitre.

De hecho, esa panadería en el occidente de Bogotá se convirtió en el lugar en el que Jairo y Luis Fernando se reunían para evaluar los resultados del proceso, que entre otras cosas tenía como conclusión que de esos tres ciclistas juveniles solo uno iba a reventar, porque “el alto rendimiento es intensivo y selectivo”, asegura Saldarriaga, quien recuerda la tarde en El Salitre que les dijo a los muchachos, entre ellos Esteban, que no iban a ganar en Colombia porque su sistema era de muchos años y el objetivo sería el de ganar en Europa.

Y Esteban fue el elegido por Saldarriaga, de los tres fue al que más disposición le vio y por eso lo fue llevando cada vez más lejos. “La disciplina fue lo que más me llamó la atención de él. Estaba convencido de lo que iba a hacer. Esteban era una persona viva en términos ciclísticos, ágil mentalmente. Se ubicaba bien, tenía ambición. Le gusta siempre ir adelante. Un corredor inteligente y eso es muy importante para el que quiera ganar”, dice con emoción Luis Fernando. Él junto a su equipo de trabajo y con la ayuda de Jairo, el papá de Chaves, quien siempre ha estado muy pendiente del proceso de sus hijos, llevaron a Chavito paso a paso.

Cuando todavía Esteban no tenía victorias y no lo respaldaban mucho en la Liga de Bogotá, Gonzalo Parlante Agudelo, jefe del equipo aficionado Trek Bike House, llamó a Luis Fernando Saldarriaga para pedirle la recomendación de un ciclista que corriera El Novato de Oro en Medellín en 2007. Sin dudarlo, el elegido fue Chavito, quien compitió en esa prueba pero no tuvo una destacada actuación. Sin embargo, se quedó haciendo parte del equipo y al año siguiente ganó en su categoría y se destacó en algunas etapas.

La jugada salió

Una de las primeras competencias de Esteban Chaves con el equipo Colombia es Pasión, fue una prueba en Francia en la que participaban escuadras del World Tour. La idea era ir a preparar el Tour de L’Avenir, sobre todo la crono. “Si no nos cogían más de dos minutos, era una buena señal. Era mirar en qué ritmo estábamos, no ir a ganar”, recuerda Luis Fernando. En una de las jornadas, llegando a la meta, que quedaba en una rotonda, un corredor japonés del equipo Astana tumbó a Esteban, quien en lugar de quejarse o pelear por su caída, se levantó sonriente y orgulloso, diciéndoles a sus compañeros que el que lo había tirado al piso era un Wolrd Tour.

En 2010 el ganador del Tour de L’Avenir fue Nairo Quintana y al año siguiente fue Esteban Chaves. Su primer triunfo grande fue en Europa, como lo habían pronosticado tiempo atrás sus formadores. Luego de recuperarse del accidente que por poco lo saca del ciclismo, llegó al equipo australiano del Orica en 2014 y allí, en dos años, se ha hecho tan grande como lo soñó. Ganó etapas en la Vuelta a España 2015 y se vistió de rojo por unos días. Y este año peleó por el título del Giro de Italia, del que terminó segundo; además, cerró la temporada a lo grande, siendo tercero en la Vuelta a España. Su gran meta será un triunfo en el Tour de Francia, tarea que podría buscar el próximo año.

Por Luis Guillermo Montenegro Silva

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar