Froome “resucita” en el Dauphine

Batalla sin tregua en la gran montaña alpina

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Rafael Mendoza
09 de junio de 2017 - 06:15 p. m.
Chris Froome se ubica en la segunda posición en la general de Critérium del Daphiné.  / AFP
Chris Froome se ubica en la segunda posición en la general de Critérium del Daphiné. / AFP
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El primer asalto en la gran montaña del Dauphiné Liberé dejó conclusiones bien claras sobre el estado de forma de los grandes protagonistas del Tour de Francia. No son definitivas pues habrá que esperar lo que ocurra en las dos etapas plagadas de ascensos de respeto de los dos últimos días.

Lo primero que hay que decir es que Christopher Froome sigue siendo el candidato número uno para la gran carrera del mes de julio. Con ese mismo estilo desgarbado que ya se le conoce cuando sube y con la misma manera de reponerse en forma increíble y salir como una flecha en los momentos en que parece estar “contra las cuerdas” se lo vió ayer en el Mont du Chat en el que dejó casi parado a uno de sus grandes contrincantes, Alberto Contador, quien perdió un poco más de un minuto en la meta. El español no tuvo con qué responder al ataque del británico y debió simplemente ponerse a rueda de Alejandro Valverde para limitar su retraso. Por ahora bajan notablemente las acciones del líder del Trek.

El que sí se sigue consolidando como uno de los adversarios más complicados que tendrán Froome y Quintana es el australiano Richie Porte quien respondió sin vacilar al ataque del británico y fue quien le puso el paso en la mayor parte del ascenso. Difícil poder decir cuál de los dos está en mejores condiciones. Por ahora el corredor del BMC es el más firme aspirante al título del Dauphiné y así mismo se consolida como uno de los gallos que tendrá el próximo Tour.

Alejandro Valverde corre con más tranquilidad pues sabe que su papel en el Tour será servir de apoyo a Nairo Quintana y para ello batalla con el objetivo de llegar –luego de una increíble serie de victorias en las primeras pruebas de la temporada-  en un buen momento, para que pueda ser el escudero del Movistar en los momentos definitivos de las grandes batallas.

El italiano Fabio Aru fue el que mejor subió pero su irregularidad no permite esperar que va a tener un papel estelar en la carrera francesa. Esta vez tuvo el apoyo de su compañero Jakob Fulsang, ganador de la etapa, quien hace unos años tuvo unos inicios fulgurantes pero que luego permaneció en la sombra hasta la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos del año pasado en la que fue subcampeón.

En cuanto al colombiano Esteban Chaves, quien perdió 2.19 en la meta y en el momento está a 4.39 de Porte, hay que decir que su actuación es meritoria porque corre dando una gran ventaja a sus adversarios que ya se han fogueado en numerosas competencias. El bogotano batalla en condiciones desiguales para tratar de disminuir la ventaja que le llevan sus rivales que cuentan con una preparación más prolongada. Quizás esta carrera le sirva al Orica para examinar si es conveniente llevarlo como líder al Tour o si más bien reprograman su calendario de manera que tenga como principal objetivo la victoria en la Vuelta a España y que su participación en la gran prueba francesa sea un escalón más para llegar a su plenitud a finales del mes de agosto.

Lo de ayer fue simplemente el primer asalto en la gran montaña. Seguramente en estas dos últimas etapas de la carrera salten muchas chispas en una batalla que se ve aún con final de pronóstico reservado. Todo puede pasar porque sus grandes protagonistas saben que los golpes que se propinen en el Dauphine pueden dejar consecuencias que pesen demasiado en cuatro semanas.

Por Rafael Mendoza

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