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El peaje del Picacho, en la vía de Bucaramanga a Cúcuta, finalizó la primera etapa con llegada en alto en la Vuelta a Colombia. Fueron 41 kilómetros de ascenso constante, con rampas hasta del 15% y contrarrampas que dejaron a varios frenados en el asfalto. Una montaña interminable, difícil, que acabó con las esperanzas de algunos y les dio posibilidades a otros. Juan Pablo Suárez (EPM Une) fue el ganador en este ascenso fuera de categoría, mientras que Aristóbulo Cala (Bicicletas Strogman) es el nuevo líder de la competencia.
Suárez superó en línea de meta a Miguel Ángel Rubiano (Coldeportes Claro), a Miguel Ángel Reyes (Agencia de Seguridad Vial) y a Jonathan Caicedo (Bicicletas Strogman). Cala fue quinto, mientras que Luis Felipe Laverde (Coldeportes Claro) terminó sexto. Estos seis corredores fueron los que sobrevivieron este puerto fuera de categoría, que con el paso de los kilómetros dejó gente regada. Pedalistas que sufrieron las difíciles rampas de esta temible montaña. “Sabíamos que era una etapa complicada, que el ascenso iba a ser exigente. Así que planeamos guardar fuerzas hasta donde pudiéramos para buscar en los últimos kilómetros un ataque que nos diera la victoria” señaló Suárez tras ser condecorado por la victoria. “Salí en la marca del líder que atacó, se armó un grupo de siete. Al final me sentía bien, ataqué y se dio la victoria”, explicó el corredor.
El cambio de temperatura de Barrancabermeja al peaje el Picacho fue del cielo a la tierra. El calor de la mañana la antítesis de las condiciones con las que la vía que conduce de Bucaramanga a Cúcuta recibió al pelotón: frío y neblina. En 163 kilómetros los ciclistas pasaron de 30 grados centígrados a 12 grados. La etapa inició sin muchos contratiempos. Con uno que otro corredor intentando mover el pelotón, pero sin realizar grandes ataques. Fue hasta el kilómetro 28 que siete corredores se fueron en fuga. Duraron 110 kilómetros escapados. Fue hasta el Alto de Los Padres, que los cazaron.
El primero en salir del pelotón en busca de los fugados fue el líder de la competencia hasta hoy, Nicolás Paredes. El pedalista del Medellín Inder atacó y junto a él se fue Juan Pablo Suárez. “Cuando vi que el líder atacó, entendí que no podía dejarlo ir. Era una persona muy importante para dejarlo irse sin imponerle ninguna complicación. Así que me le pegué”, afirmó Suárez. Con el pasar de la subida fueron recogiendo corredores hasta que a 36 kilómetros a meta quedaron siete corredores.
El primero en ceder terreno fue el líder Paredes, quien terminó arribando en la séptima posición a 2:13 del ganador de la etapa, Suárez, quien se vio fuerte, sus piernas impulsaban como si fuera la última etapa. Se imprimió hasta el final. Dejó todo en ese ascenso. Venció a Miguel Ángel Rubiano, por milésimas, que no se dieron a saber en la línea de meta. La diferencia no fue grande. Pero este viernes, en la cuarta etapa de la Vuelta, Juan Pablo Suárez se convirtió en un candidato serio para lograr el triunfo de la competencia. Aún quedan etapas difíciles, pero él es uno de los corredores más completos que hay entre los cinco primeros de la clasificación general, que están separados apenas por un minuto.
Este sábado nuevamente habrá montaña, serán cuatro premios los que tendrá que superar el pelotón antes de llegar a Barichara. Son 118 kilómetros, en los que se espera que la fuga sea la que llegue o en su defecto que los llamados a ser protagonistas se levanten del golpe que sufrieron este viernes y busquen descontar tiempo.