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Dos etapas de alta montaña, con seis premios de primera categoría, que se corren este viernes y el sábado, servirán para vestir de rosa al campeón del Giro de Italia, que de nuevo volvió a ser una prueba donde puede pasar todo y en la que cada jornada puede traer sorpresas y vuelcos inexplicables.
Simon Yates, quien al terminar la etapa a cronómetro del martes parecía el más fuerte candidato a la victoria vio este jueves como sus rivales conseguían distanciarlo en el ascenso final, que no fue tan fuerte como se esperaba, y comenzaban a acercársele peligrosamente, aumentando la ilusión del actual campeón de la carrera, Tom Dumoulin, de coronarse nuevamente en Roma. Su desventaja es ahora de solo 28 segundos y tiene una cómoda diferencia sobre Domenico Pozzovivo y Chris Froome, que la tienen muy difícil.
Lo que sucedió en Prato Nevoso tiene una explicación. El ataque frontal contra el líder del Mitchelton no ocurrió este jueves sino en la etapa del miércoles cuando los rodadores impusieron un ritmo de carrera brutal que los hizo llegar a la meta con 15 minutos de adelanto a la mejor hora prevista. Un día para tomarse un respiro se volvió una tortura para los escaladores pues el uso de relaciones grandes por un tiempo largo les corta las piernas. Eso lo aprendimos desde 1.983 cuando la primera participación colombiana en el Tour de Francia se convirtió en un martirio para los nuestros ya que la idea de los grandes de la época era dejarlos sin piernas antes de que llegaran los Pirineos y así mismo en los años siguientes cuando escuchábamos a Cyrille Guimard, el técnico estrella de Hinault, Lemond y Fignon, pidiéndoles a los técnicos europeos llevar a tope la carrera en el llano para desgastarlos antes de los días de ascensos. Si las cosas fueron así quizás hoy, en la etapa reina que tiene la Cima Coppi, quizás las fuerzas estén más equiparadas.
¿Qué va suceder? Es imposible de prever. Va a ganar el que más restos tenga y hasta puede ocurrir que Yates les devuelva el golpe (así ha ocurrido en múltiples ocasiones) o que por el contrario el británico se hunda estrepitosamente. Y en este ambiente revuelto quizás hay un corredor que pueda sacar provecho ya que en el ascenso final mostró que era el más fuerte, el colombiano Miguel Angel López, el líder del Astana, quien respondiendo a un ataque de Richard Carapaz logró llegar por delante de todos los duros y puede ser quien “prenda la fiesta” para meterse entre los cinco primeros y para asegurar su triunfo entre los jóvenes. No nos atrevemos a pensar que pueda batallar por el título pero sí que se meta en el podio ya que el joven colombiano ya ha demostrado que va mejorando con el paso de las etapas.