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A las Olimpiadas de Múnich 1972, Martín Emilio Cochise Rodríguez llegaba como máximo candidato para ganar una medalla de oro en pista. Campeón mundial de los 4.000 metros en Varese (Italia) y dueño del récord de la hora en pista, en la Ciudad de México, sus credenciales. Y fue ahí, en esa prueba en suelo azteca, en la que un compatriota le jugó una mala pasada. Pero como dicen por ahí: los problemas vienen en empaque de regalo.
Benotto, eso decía la camiseta que lucía Cochise en el entrenamiento, haciendo alusión a la casa italiana fabricante de bicicletas. Una fotografía que mandó le bastó a un anónimo barranquillero llamado Édgar Senior para sacar al deportista del momento en Colombia de las Olimpiadas, que por esos tiempos estaban reservadas para atletas “aficionados”, que no tenían ningún tipo de patrocinio. Con comillas, porque la regla no se cumplía en el sentido estricto de la palabra. Y así, el Comité Olímpico Internacional excluyó al antioqueño de las justas. El país tuvo que esperar 28 años más para festejar su primera medalla de oro, que llegó por cuenta de la pesista María Isabel Urrutia, en Sídney 2000.