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Todo empezó en 2014, cuando Miguel Ángel López fue campeón en una exhibición en la montaña del Tour de l’Avenir, catalogado como el Tour de Francia para menores de 23 años. Ese año hizo dos pruebas contra el reloj. La primera, una de 25,2 kilómetros en los Nacionales de Ruta Sub 23, en Cartagena: fue cuarto, a 1:25 del ganador Carlos Mario Ramírez. Y meses después, junto a él, representó a Colombia en la crono del Mundial de Ruta Sub 23 de Ponferrada (España) y finalizó en la casilla 36, a 2:37 del australiano Campbell Flakemore. Ramírez llegó 19 segundos más tarde que el boyacense. Desde ese momento, ad portas de ponerse el maillot del Astana, el hombre que defenderá el podio en el Tour de Francia en la crono con final en alto del próximo sábado, ha disputado 18 contrarrelojes individuales de más de 15 kilómetros en su carrera. Y ha tenido una buena progresión.
(Tadej Pogacar: “Que los jóvenes sean los que ganen es saludable para el ciclismo”)
Son dos los precedentes cercanos. El más inmediato en la Vuelta al Algarve, el pasado 23 de febrero: ese día, en un trazado plano de 20,3 kilómetros, Miguel Ángel terminó quinto, a 38 segundos del ganador, el dotado Remco Evenepoel. Pero tuvo el mismo tiempo de Michal Kwiatkowski y Maximilian Schachmann. Geraint Thomas ( por 16 segundos), Tim Wellens (18’’) y Vincenzo Nibali (28’’), por nombrar algunos, no tuvieron un mejor registro que Supermán.
También aparece en el radar la crono de 36,2 kilómetros de la décima etapa, más que todo plana, de la Vuelta a España 2019, una carrera en la que los tres personajes que están virtualmente en el podio del presente Tour de Francia luchaban por la clasificación general. El ganador fue Primoz Roglic. Tadej Pogacar terminó 11, a 1:29, y López 14, a 2:00. Ese día Daniel Felipe Martínez, el que mejor hace la contrarreloj en el país, fue décimo, con 32 segundos de ventaja sobre Supermán. Nairo Quintana fue 27 (3:06).
Miguel Ángel perdió apenas 31 segundos con Pogacar, pero con un punto a tener en cuenta: la mala suerte acompañó al colombiano, pues en la mitad de la fracción se pinchó y estuvo obligado a cambiar su bicicleta. Un accidente que le hizo perder algunos segundos.
“El mono ha mejorado notablemente la contrarreloj, la hemos trabajado mucho en los últimos meses. La que hizo en Algarve fue fenomenal. Sé que la va a hacer muy bien, está motivado y sé que es capaz de superar a Pogacar”, las palabras de Rafa Acevedo, su entrenador, descubridor y suegro.
Una jornada que da luces de lo que se puede vislumbrar del próximo sábado en la lucha entre los tres primeros, más allá de que Pogacar viene de vencer a Roglic en la crono nacional de Eslovenia por nueve segundos. Eso sí, con un trazado de apenas 15,7 kilómetros y en constante subida.
La película de Miguel Ángel se rebobina al 18 de junio de 2016, cuando gracias a su segundo puesto en la contrarreloj de 16,8 kilómetros se coronó campeón del Tour de Suiza, su primer título en el World Tour. Solo lo superó su actual compañero Ion Izagirre (18 segundos). Ese día, el colombiano paró el cronómetro más rápido que Fabián Cancellara (1’’), Wilco Kelderman (3’’) y Geraint Thomas (7’’). Un hecho que, a pesar de ser un escalador puro, le demostró que podría defenderse en este tipo de pruebas.
Algo que ratificó en 2017 en la Vuelta a España, su gran graduación como vueltómano, tras superar varios pasos en falso con un fantasma que lo atormentó en sus primeros años: las caídas. Aquella tarde, en su primera contrarreloj plana de 40 kilómetros, fue 22, a 2:34 del vencedor, Chris Froome. Esa ronda ibérica la terminó en la octava posición. Enric Mas y Adam Yates, con quienes está “abierta” la pelea al podio del Tour, perdieron más tiempo. El español fue 65, a 4:42 de Froome y el británico 50, a 4:15.
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Pero también están las participaciones que no fueron afortunadas. Como en las dos pruebas contra el reloj (sin contar el prólogo) del Giro de Italia 2019, en el que terminó séptimo en la general. En la primera, de 34,8 kilómetros con final en alto, similar a la del sábado, fue 42 a 3:45 del vencedor, Primoz Roglic. Y en la segunda, en la última etapa, de 17 kilómetros, con una subida, fue 43, a 1:20 de Chad Haga.
Repasando las cronos que hizo en 2018, en las que hasta ahora es la mejor temporada de su carrera, cuando fue podio en el Giro de Italia y la Vuelta a España, pudo sortearlas, pero con algunas complicaciones. Todo empezó con la contrarreloj de 9,7 kilómetros en la ronda italiana, en la que perdió 56 segundos con el ganador Tom Dumoulin y estuvo por debajo de sus condiciones. Luego, en la de 34,2 kilómetros planos de la etapa 16, fue 50, a 2:47 del mejor contrarrelojero del planeta: Rohan Dennis.
En el prólogo de ocho kilómetros planos de la Vuelta 2018 fue 44, a 35 segundos de otra vez Dennis. Nairo Quintana lo superó por cinco. El australiano repitió la dosis con un triunfo en la crono de 32 kilómetros, la mayoría planos, de la jornada 16. Supermán fue 31, a 2:19. Nairo le ganó por 10 segundos y Rigo, por tres. Enric Mas brilló con un sexto puesto, a 1:06 de Dennis.
Y aquí tuvo su único asalto con Richie Porte, el personaje que más amenaza con sacarlo del podio del Tour. El australiano, que se defiende muy bien en las jornadas contra el reloj, tuvo una mala tarde y fue 71, a 4:14 del ganador. El colchón de Miguel Ángel con respecto a él para el sábado es de 1:39, en el imaginario colectivo, suficiente para defender el tercer cajón del podio.
En los Campeonatos Nacionales de Contrarreloj también ha mostrado su clase. En 2018 fue octavo, a 1:06 del ganador, Egan Bernal, tras un recorrido de 25 kilómetros en Medellín. Pero un año después, en Villavicencio (28,2 km), se sacó la espina y terminó subcampeón, a 35 segundos de Daniel Felipe Martínez. Egan completó el podio a 1:29 del corredor del Education First.
La pista está armada para que Miguel Ángel López, este sábado, en la contrarreloj de 36,2 kilómetros, de los cuales los últimos seis se subirán a un puerto de primera categoría como La Planche des Belles Filles, pueda convertirse en el segundo colombiano de la historia en ser podio en las tres grandes vueltas del ciclismo tras Nairo Quintana.
Y todo a sus 26 años. La última etapa competitiva del Tour, en la que el ser especialista pasará a un segundo plano, pues el estado anímico, el tanque lleno y el desgaste de días anteriores marcarán el rumbo. Uno que pinta para un podio en los Campos Elíseos de París para Supermán López.
Por: Thomas Blanco- @thomblalin