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Leonardo Páez, el interminable

El boyacense, bicampeón mundial de ciclomontañismo, lleva 20 años corriendo, 16 de ellos en los mejores equipos de MTB en Europa, pero no olvida sus raíces. Extraña la comida de su mamá, el clima y el campo que cultivaba de niño.

27 de octubre de 2020 - 01:44 a. m.
El boyacense Leonardo Páez, bicampeón mundial de ciclomontañismo en la modalidad de maratón.  / Giant Polimedical
El boyacense Leonardo Páez, bicampeón mundial de ciclomontañismo en la modalidad de maratón. / Giant Polimedical

Nada mejor para celebrar 20 años montando en bicicleta que un título mundial. Y eso fue lo que hizo el boyacense Héctor Leonardo Páez León, quien el domingo se coronó bicampeón en la especialidad maratón del ciclomontañismo de la UCI.

El colombiano, que cumplió 38 años el pasado 10 de julio, ratificó que es una de las leyendas del MTB con su segunda camiseta arcoíris consecutiva. En 2019 se consagró en Grächen (Suiza) y ahora lo hizo en Sakarya (Turquía).

Sin embargo, su camino al título no fue sencillo. De hecho, muchas veces ni siquiera pudo subirse al podio. En 2006 fue segundo en Francia y tres veces más quedó tercero (Suiza 2013 e Italia 2015 y 2018).

Aunque ganaba muchas competencias a nivel profesional e internacionalmente era reconocido, el título mundial le era esquivo. Pero no desfalleció, siguió trabajando con la misma dedicación y aprovechó su experiencia para prepararse mejor y enfocarse en su objetivo.

El corredor del equipo Giant Polimedical recuerda que “ha sido una carrera con enfermedades, tropiezos y altibajos. A veces llegas a pensar que no lo vas a lograr. En 2016 pude haber ganado y faltando siete kilómetros se me rompió el manubrio y el que ganó me pasó por un lado. Ese día estaba muy enfadado. En 2018 el recorrido me favorecía mucho y había entrenado bien, pero quedé involucrado en una caída casi al comienzo, la bici se me dañó, el disco se torció y perdí como dos minutos. Luego llegué a la punta, desgasté mucho y terminé tercero. El año pasado no me daban como favorito, pero por fin logré la victoria”.

Ciclomontañista por pasión

Hasta los 18 años, el campo era su vida. “Trabajaba con mi padre en la agricultura, cultivábamos papas en la vereda El Espinal, del municipio de Ciénega. Logré comprar mi primera bicicleta y empecé a montar mientras terminaba el bachillerato. Un primo me contagió de esta pasión”, asegura.

Entonces se tomó en serio el deporte y con cerca de 40 victorias en dos temporadas demostró que tenía talento y facilidad para el ciclomontañismo, pero en Colombia casi todo el apoyo y la difusión son para la modalidad de ruta, así que buscó nuevos rumbos.

Se fue para Europa en 2004 y prácticamente desde entonces está radicado en Italia. El año de su adaptación ganó nueve competencias y hasta ahora ha logrado más de 100 podios en diferentes tipos de eventos.

Pasó por los mejores equipos de la especialidad y siguió representando a Colombia por el mundo. Participó incluso en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012, en la modalidad cross country.

“Amo mi país, lo extraño mucho. A mi familia, la comida de mi mamá y el clima, pero Italia es un país donde he crecido profesionalmente y madurado como persona y deportista. Me ha dado muchas cosas, tengo amigos y gente que me quieren mucho. Hay bastantes carreras de MTB que son tan importantes como las de ruta. He aprendido a saber entrenar, a cuidarme con la alimentación y a descansar adecuadamente”, admite.

Leonardo, el menor de cinco hermanos, pasó la cuarentena en Boyacá, en compañía de sus padres, María Odalinda León Cuervo y Rafael de Jesús Páez Duitama. “Deportivamente fue un año difícil por todo lo que pasó con el coronavirus. Los planes cambiaron mucho, pero seguí entrenando. Estuve en el campo, así que pude salir a rodar cerca sin incumplir las normas del Gobierno. La finca está a 35 kilómetros de Tunja. Se llega por Tierra Negra, se baja a Jenesano y Ramiriquí, y de ahí ya son seis kilómetros. Hay un desvío a mano izquierda que conduce al pueblo. Estamos a 2.400 metros sobre el nivel del mar”, explica emocionado cuando habla de su tierra, en la que las fiestas, que están en veremos este año, son en diciembre. “Hay feria taurina, música, baile, festival de la labranza y hacen decoraciones con siluetas. Es un pueblo bonito, pequeño y acogedor”, agrega con nostalgia por esa época en la que era niño y también cultivaba lechuga, fríjol, arveja y remolacha”.

Pero el nuevo bicampeón mundial de maratón en MTB, que este año será uno de los homenajeados en la ceremonia virtual del Deportista del Año de El Espectador y Movistar, el viernes 7 de diciembre, no se conforma con lo que ha logrado.

Quiere seguirle dando triunfos al país y promover una disciplina que cada vez tiene más adeptos. “Este es un deporte muy lindo, que como pocos lo integra a uno con la naturaleza”, asegura.

No descarta, por las modificaciones y el cambio de fechas límites para la clasificación, buscar un cupo a los Juegos Olímpicos de Tokio, programados para finales de julio de 2021, tal y como lo están haciendo Fabio Castañeda y Jhonatan Botero. Sería el broche dorado de la exitosa carrera de un campeón interminable.

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Humberto(49001)27 de octubre de 2020 - 04:04 p. m.
Me le levanto el sombrero. Señor CAMPEÓN. Yo subo por lo menos a Patios o al Verjón los fines de semana si no es que nos vamos para Chingaza, y parece fácil........pero no. Es muy duro. Un honor ser su compatriota.
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