Marcel Kittel logró su cuarta victoria de etapa en el Tour de Francia

El pedalista alemán se afianza en el liderato de la clasificación por puntos. La clasificación general no sufrió cambios.

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Redacción Deportes - @DeportesEE
11 de julio de 2017 - 03:33 p. m.
Marcel Kittel ganó la décima etapa del Tour de Francia.  / AFP
Marcel Kittel ganó la décima etapa del Tour de Francia. / AFP
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No hay nadie quien pueda con Marcel Kittel en este Tour de Francia. El alemán es el amo y señor de la velocidad. Cuando se ve la llegada en el horizonte en una etapa plana, el pedalista del Quick Step Floors no tiene rival. La potencia que imprime en cada pedalazo y la velocidad que alcanza son insuperables. Ningún ciclista ha podido hacerle frente y lo demostró en Bergerac, donde aplastó las ilusiones de los equipos Lotto Soudal, Direct Energie y Katusha. Ganó por un amplio margen. Cuando embaló nadie pudo seguirle el paso. Así se alzó con su cuarta victoria en este Tour y se convirtió en el alemán con mayor número de triunfos (13) en esta competencia, dejando atrás un nombre mítico como el de Erik Zabel.

Ni las intenciones de André Greippel, ni de Alexander Kristoff pudieron con la potencia del alemán, quien con la victoria de este martes sacó más de 100 puntos en la lucha por la camiseta verde a su más inmediato perseguidor, Michael Matthews (275 contra 173). Kittel, siempre reconocido por su velocidad, nunca había estado tan sublime en los embalajes. Tal vez el momento que más se le acerca a su presente es el Tour de Francia de 2014 en el que logró cuatro victorias, pero quedó en la cuarta posición en la clasificación por puntos. Lo que está mostrando en este Tour es notable.

Fuer una jornada de transición auténtica en la décima etapa, que atravesó Dordoña desde Perigueux y Bergerac a lo largo de 178 kilómetros. No hubo caídas ni incidente alguno tras el descanso. Los velocistas debían volver a escena y no faltaron a la cita. En cambio, otra opción para los favoritos de declarar una tregua tras la batalla del pasado fin de semana. Había que restañar heridas y darle respiro al cuerpo. Todos los favoritos solo se quejaron del calor, si acaso. El británico Chris Froome cumplió con la ceremonia del líder un día más, y otro menor en espera de Pirineos.

A la altura de La cueva de Lascaux (km 42), que alberga el museo de arte rupestre más importante del mundo junto a Altamira, el dúo tenía 2:30 minutos, la mayor ventaja de la aventura que terminó el sueño a siete de Bergerac, ciudad famosa por el personaje teatral de Cyrano y por inolvidables gestas de campeones. Allí Miguel Indurain fraguó su cuarto título en la ronda de 1994 y dio nombre a uno de sus apodos: "Tirano de Bergerac", rodando a más de 50 por hora en 67 kilómetros. Y en 1961 Anquetil hizo el recorrido contrario CRI para conquistar el Tour.

Esta vez la visita del Tour también dejó un pequeño recuerdo para su álbum de oro. Se formó un sprint descontrolado, como siempre, en el que el Lotto de Greipel y el Katusha de Kristoff trataron de poner las piezas en su sitio para sus velocistas, aunque el noruego sigue sin levantar los brazos por culpa del poderío de Kittel. Iba solo Kittel, alejado de los primeros puestos al comienzo del sprint, pero como ese león que divisa a la gacela de lejos, fue acercándose poco a poco, oliendo la victoria. Cuando Degenkolb lanzó el ataque definitivo, el ciclista de Arnstadt salió disparado, metió la directa y ganó con una facilidad asombrosa.

La undécima etapa, entre Eymet y Pau, de 203,5 kilómetros, ofrece otra opción a los velocistas, en una jornada con una pequeña cota de cuarta en todo el recorrido. 

Por Redacción Deportes - @DeportesEE

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