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El británico Mark Cavendish (Sky) se impuso al sprint en la segunda etapa del Giro de Italia de ciclismo, este domingo en Herning (Dinamarca), donde el estadounidense Taylor Phinney (BMC) pudo conservar la 'maglia rosa' de líder de la clasificación general.
Cavendish, vigente campeón mundial, superó en la etapa del día al australiano Matt Goss, segundo, y al francés Geoffroy Soupe, tercero a pesar de que en un primer momento se había anunciado que ese lugar era para su compatriota Arnaud Demare.
El estadounidense Tyler Farrar finalizó cuarto en un sprint marcado en la última curva por una caída, a 500 metros para el final, que dejó a una docena de corredores disputándose la victoria.
Cavendish, de 26 años, consiguió su octava victoria de etapa individual en el Giro, en el que participa por cuarta vez en su carrera. El corredor de la isla de Man suma ya 31 triunfos de etapa en las grandes vueltas.
Phinney, retrasado por problema con su bicicleta a ocho kilómetros para el final, pudo recuperar la desventaja y llegar a tiempo para alcanzar al pelotón, un día después de su victoria en la corta contrarreloj de apertura.
Poco después del inicio de esta etapa, disputada en 206 kilómetros y con bajas temperaturas, el belga Olivier Kaisen, seguido del colombiano Miguel Rubiano y el italiano Alfredo Balloni, se destacaron en cabeza.
El trío llegó a contar con una ventaja máxima de 13 minutos y 15 segundos (km 56), antes de que el pelotón fuero recortando progresivamente, comandado por el BMC primero y luego por el Sky.
La ausencia de viento ayudó a que el pelotón permaneciera compacto, para alivio de los escaladores, que temían etapas como esta, donde quedar descolgado podría haberles hecho perder tiempo antes de que el Giro regrese a su país.
A 40 kilómetros para el final, los tres escapados fueron alcanzados y el Sky de Cavendish comenzó a preparar la victoria de su corredor, haciendo un papel perfecto que se vio recompensado con el triunfo de etapa.
El lunes, la tercera etapa, la última en territorio danés, será un recorrido de 190 kilómetros en los alrededores de Horsens, en un día teóricamente favorable para una nueva llegada al sprint. Los corredores tomarán luego el avión con destino a Verona, donde pasarán la primera jornada de descanso.