Mauricio Soler: “Hubiera podido competir hasta los 40 años, como Valverde"

El ex ciclista boyacense aseguró que, de no haber sido por el accidente que tuvo en la Vuelta a Suiza, seguiría en las carreteras como lo hace el español.

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Redacción Deportes*
06 de mayo de 2020 - 06:36 p. m.
Soler fue el mejor de la montaña del Tour de Francia en 2007. / El Espectador
Soler fue el mejor de la montaña del Tour de Francia en 2007. / El Espectador
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Juan Mauricio Soler es una de las figuras más representativas del ciclismo colombiano en el nuevo milenio. En un corto lapso, el escalador oriundo de Ramiriquí, Boyacá, fue artífice de gestas memorables en grandes escenarios, entre ellos la Vuelta a Cataluña y el Tour de Francia, la carrera con la que siempre soñó, la que fue su mayor objetivo, pero la que apenas pudo disfrutarlo un par de temporadas. El fatídico accidente en la Vuelta a Suiza del 2011 – cuando era segundo a 54 segundos de Damiano Cunego – finiquitó prematuramente una carrera promisoria y ascendente.

Soler fue un símbolo de inspiración de las nuevas generaciones, contagiando su atrevimiento y la clase innata de un ciclista atípico: alto, delgado, ligero y potente. Contrario al biotipo bajito, liviano y resistente que suele ser la característica más arraigada a su lugar de origen. 

“Es un orgullo haber podido estar antes de estos corredores que hoy nos dan tantas alegrías, y haber aportado a esta historia tan bonita que viene desde ‘Cochise’, pasando por Fabio Parra y Lucho Herrera, y muchas personas que mi memoria no recuerda tan bien”, dice el boyacense tratando de excavar en sus recuerdos.

A raíz del trauma craneoencefálico, Mauricio perdió buena parte de su memoria. Y aunque salvó su capacidad de expresión y habla por medio de intensas y juiciosas terapias, su mente ya no puede transportarse con fluidez hacia momentos gloriosos que fueron santo y seña en varios eventos de prestigio internacional.

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“Ahora he recuperado algunos buenos recuerdos. Era un escalador atípico, en la crono hasta habría podido ir un poco más fuerte, pero cuando arrancaba de para arriba era impresionante. Pertenezco a una generación muy aguerrida, en la que figuraba Alberto Contador y otros que carburaban bien. Tenía un organismo privilegiado, para varios ataques y hacer cambios de ritmo. Era bonito cuando partía y los demás quedaban sin aire”, añadió  el exciclista del equipo Movistar Team, que tuvo que detener su carrera a los 28 años. 

“Fue un momento difícil. Cuando desperté después del accidente, a los 22 días, no sabía dónde estaba. Me dijeron que era Pamplona, pero no podía expresar lo mucho que sentía porque había perdido el habla. Un día intenté pararme, pero mi cerebro ignoraba el lado izquierdo y tuve una trombosis venosa. Ha sido la etapa más difícil que he tenido que vivir, pero gracias a Dios y a los cuidados médicos, de Patricia (su esposa) que estuvo pendiente siempre, todo esto se superó”, apuntó en una entrevista con la Federación Colombiana de Ciclismo.

Su renacer para la vida ahora lo comparte con momentos en redes sociales. En una de sus últimas publicaciones exhibió una colección de camisetas que recrean sus conquistas amateur, esas que en algún momento lanzaron el mensaje de una estrella en ciernes. “Fue una sorpresa, fui a mi casa materna y quería enmarcar la camiseta de la Vuelta del Porvenir, el nacional CRI juvenil, y me encontré con dos bolsas grandes de camisetas y la mayoría de líder, creo que habían como unas 20 de campeón de carreras nacionales juveniles, pre juveniles y sub 23. Fue algo bonito”.

En la sala de su casa sobresalen los maillots de puntos rojos del Tour de Francia, el suyo del 2007 y el que le obsequió Nairo Quintana cuando subió por primera vez al podio de los Campos Elíseos. “Con él competí en Europa cuando estaba en el 4-72, se le notaba las ganas que tenía y lo buen corredor, lo agresivo que era y sigue siendo. Cuando volví a montar después del accidente, un día iba haciendo mi rutina de una hora y me alcanzaron, compartimos unos dos o tres kilómetros”, expresa Soler que también fue testigo de los primeros pasos de Chris Froome, en su etapa como ciclista del Barloworld.

“Es un tipazo, una sencillez única. Lo conocí en Suráfrica, nos llevaron a tres corredores a un safari con las señoras, estuvimos allá y de regreso antes del vuelo teníamos una cena y estaba ahí. Era el chico que nos iba a acompañar en 2008-09. Luego se fue para el Sky y yo para Caisse d’Epargne. Es impresionante su humildad”.

Por último, Soler dejó una frase contundente. “De no haber sido por el accidente creo que hubiera seguido montando hasta los 35 años. Aunque, si Alejandro Valverde lo está haciendo quizá yo también estaría a su lado, pedaleando y compitiendo”

*Texto: Fedeciclismo

Por Redacción Deportes*

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