Miguel Andrés Mendoza, el patrullero que corre el Clásico RCN

Su sueño en el ciclismo se truncó por problemas económicos. Ingresó a la policía en la dirección antinarcóticos, pero ahora, por cosas de la vida, está cumpliendo su sueño en la bicicleta, en la que lleva una foto de su novia en su manubrio.

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Thomas Blanco -Enviado especial Pereira
28 de septiembre de 2018 - 03:00 p. m.
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"Uy, recógeme la basurita que si no te aplico el código de Policia", les dice entre risas Miguel Andrés Mendoza a los demás ciclistas del Clásico RCN. Uno de los pedalistas que se ha ganado el corazón del pelotón, pues es un patrullero que está cumpliendo su sueño en el ciclismo. "Llegó la tomba", le respondieron sonrientes. 

El bogotano corrió en categorías juveniles, sub 23 y élite. Sin embargo, por cuestiones económicas, al no tener un sueldo y un equipo estable, le puso punto final a su sueño en las bicicletas. O al menos eso creía. Luz Dary Sierra, su novia hace ocho años, es policía en Villeta. Ella le abrió las puertas de la institución y Mendoza no lo dudó. "Flaco creo que ésta es una salida". 

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Hizo el curso de patrullero en la escuela de policías Eduardo Cuevas en Villavicencio y se graduó en 2015. Lo mandaron para la dirección antinarcóticos a erradicar cultivos ilícitos. Estuvo en San José del Guaviare, Tumaco y Meta. Mientras laboraba con el amor propio que le tiene a la institución recibió una llamada. Era la Federación Deportiva Militar: querían que integrara el equipo de ciclismo de las Fuerzas Armadas. 

"Mi papá, abuelo y tíos montaron bicicletas. No dudé esta nueva oportunidad. Ya llevo un año y cuatro meses en la Liga de Ciclismo y este es mi segundo Clásico RCN. Cuando me preguntan por mis sueños, que si quiero partir a una escuadra de mayor envergadura, no sé. Yo disfruto esta etapa de mi vida y soy orgulloso de representar a las Fuerzas Armadas", dice el hombre que trabaja en Bogotá y vive en Bosa, al sur de la ciudad. 

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Sigue ejerciendo, ahora con roles diferentes. En su manubrio lleva una foto de Luz Dary, el amor de su vida. "Ella es mi motor, por eso la llevo en mi bicicleta. Para que cada vez que me sienta débil, la mire y me entregué más. Ella me dice: 'Flaco entrena, flaco come'. Se preocupa por mí". 

¿Su consigna? Que en la sexta etapa, que pasó por Villeta, ella lo viera a toda velocidad triunfando. Así fue. Y ese mismo día, al término de la jornada en Mariquita, le hicieron un homenaje por su servicio a la policía. Se enfundó la camiseta de "Orgullo policial". El patrullero del Clásico RCN. 

Por Thomas Blanco -Enviado especial Pereira

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