Luego de la jornada 15, con el duro ascenso al Grand Colombier, Nairo Quintana habló de un día en el que no la pasó bien, en el que sufrió y trató de regular para, finalmente, llegar arriba y ceder la menor cantidad de tiempo (cedió 3:50 con Pogaçar, vencedor de la etapa).
“La cabeza quiere, y quiere ganar siempre, pero el cuerpo no responde. He tenido tres caídas y me duelen las rodillas, las costillas, el codo, la cadera, todo. Estoy reventado. De hecho, tengo ampollas grandes y eso me ha mermado mucho”, dijo el boyacense en rueda de prensa este lunes y con relación a uno de los traspiés sufrió, el del viernes pasado.
El líder del Arkéa Samsic también contó otras cosas, situaciones que no siempre se saben. “No he dormido bien cuatro noches y eso te pasa factura, más en el Tour. Además, me dan las 12 am haciendo masajes, que máquinas, que cremas, para poder salir al otro día y rodar”.
Quintana, que bajó hasta la novena casilla de la clasificación general, también hizo un recuento de lo que ha sido el Tour hasta ahora. “En los Pirineos me sentía fuerte de piernas. De hecho, los datos estaban bien, íbamos a la rueda del Jumbo, pero caerse te afecta, y hace que no tengas las fuerzas que necesitas”.
Por último, el ciclista colombiano fue honesto y cerró la rueda de prensa con un mensaje claro.
“No quiero engañar a nadie, nunca lo he hecho. No estoy a tope, pero eso no quiere decir que el día que tenga fuerzas no lo vaya a intentar. Puede que no tenga mucho espacio para buscar una victoria, pero trataremos. No perdí mucho, entonces será difícil que me dejen ir con tanta libertad".