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Nairo Quintana: un golpe de autoridad

En una épica etapa, el ciclista boyacense le sacó más de dos minutos y medio a Chris Froome en la clasificación general y se afianzó en el liderato de la ronda ibérica.

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Redacción Deportiva
05 de septiembre de 2016 - 02:00 a. m.
Nairo Quintana (der.), Alberto Contador y Gianluca Brambilla, las figuras de la etapa de ayer. / EFE
Nairo Quintana (der.), Alberto Contador y Gianluca Brambilla, las figuras de la etapa de ayer. / EFE
Foto: EFE - Javier Lizon
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Ayer, la decimoquinta etapa de la Vuelta a España, la más corta, resultó ser la más emocionante de todas. Una jornada de esas que se recordarán por siempre y que crean afición. No son comunes en el ciclismo moderno los ataques de muy lejos, como tampoco lo son los corredores de la clase del español Alberto Contador, el gran responsable del “golpazo” que le propinó el colombiano Nairo Quintana al británico Christopher Froome, a quien le saca ya tres minutos y 37 segundos en la clasificación general, una ventaja que para nada es definitiva, pero que sí le permite al pedalista boyacense afrontar con mayor tranquilidad la última semana de la ronda ibérica.

Nairo, en la jugada

Después de haber intentado sin éxito y de todas las maneras posibles sacarle diferencia a Froome en la etapa del sábado, Nairo se encontró ayer con un aliado inesperado, Alberto Contador, quien una vez más demostró su casta, y herido, pero no muerto, le puso sabor a la carrera.

El ganador de siete grandes (dos Tours, dos Giros y tres Vueltas, además de dos que perdió por una sanción por dopaje) atacó cuando apenas iban cinco de los 118 kilómetros de la fracción, entre las poblaciones de Sabiñánigo y Formigal. A su rueda se fueron apenas 13 pedalistas, entre ellos Nairo y dos compañeros suyos del Movistar, Jonathan Castroviejo y Rubén Fernández.

La escapada, de tan lejos y con semejantes protagonistas, no parecía tener futuro, pero poco a poco, segundo a segundo, se consolidó, sobre todo porque Froome, el más interesado en perseguir, se quedó con apenas gregarios, mientras que el Orica de Esteban Chaves y el Astana no asumían la responsabilidad de trabajar en el pelotón, que alcanzó a estar a tres minutos de los líderes, ellos sí muy coordinados.

Quintana, derrotado por Froome en los Tours de 2013, 2015 y 2016, en los que sin embargo terminó en el podio, sabía que tenía en sus manos la gran posibilidad de alejar al británico en la general, sobre todo para encarar más cómodo la contrarreloj de 37 kilómetros del próximo viernes.

Por eso también trabajó a fondo, especialmente en los últimos ocho kilómetros del ascenso a la estación de esquí de Formigal. Se puso al frente del grupo, entonces de apenas ocho pedalistas, y fue a fondo. Subió tan fuerte que solamente el italiano Gianluca Brambilla y Contador le siguieron el paso.

A dos kilómetros de meta, Contador sucumbió y Brambilla atacó a Nairo en la última rampa para llevarse la victoria de etapa. Pero fue el colombiano quien más celebró y con su puño en alto dejó constancia de su gran actuación.

“Salió una gran etapa, mucho mejor de lo planeado. Cuando menos lo esperábamos hemos sacado más diferencia que en las grandes montañas”, admitió Quintana, quien reconoció el enorme trabajo de sus compañeros, pero también de Contador: “Estuvimos atentos a Alberto, que es un gran estratega. Me les quito el sombrero a él y a mis compañeros (Jonathan) Castroviejo, Alejandro (Valverde) e (Imanol) Erviti, quienes han tenido un gran día”.

Fue una jornada tan rápida que cerca de 90 ciclistas, entre ellos varios compañeros de Froome, llegaron fuera de tiempo y tuvieron que ser repescados por los comisarios de la carrera.

“Todavía queda mucha Vuelta”

A pesar de su ventaja respecto a Chris Froome, Quintana sigue apostando por la prudencia. “Hay que ir con tranquilidad, todavía queda mucha Vuelta. Llegarán etapas fuertes y debemos estar atentos hasta el final. No se puede cantar victoria porque está claro que Froome, e incluso Alberto Contador, intentarán algo, aunque tengo la suerte de contar con un equipo muy fuerte que me ayudará a salir airoso”.

“Hasta llegar a Madrid tengo respeto por la contrarreloj, aunque las condiciones no son del todo desfavorables para mí. También me tendré que cuidar en las etapas de montaña, aunque podré ir a la defensiva”, agregó Nairo, quien conoce perfectamente a Froome y sabe que dejará el alma en la crono, pero que si tiene fuerzas también atacará en algunas subidas.

El colombiano sabe además que Contador jamás se rinde. De hecho, en 2012 le descontó 4:02 minutos a Purito Rodríguez y le quitó el título de las manos. Además, el español es cuarto y seguro peleará por el podio, por ahora con Froome y Esteban Chaves, quien en el ascenso final también descolgó al británico y le sacó tiempo.

“No fue la mejor etapa para nosotros. Quedamos cortados con el pelotón y luego no hubo acuerdo para perseguir decididamente a Nairo y a Contador. He tenido buenas piernas al final y he sacado algunos segundos importantes a Froome, aunque lo más importante es que he defendido mi tercer lugar. Veremos qué pasa en los días que restan, pero hoy quedó claro que cualquier cosa puede pasar”, aseguró el Chavito, líder del equipo Orica y reciente subcampeón del Giro de Italia.

Quedan tres etapas claves

Hoy se disputa la etapa 16 de la competencia, sobre 156 kilómetros, entre Alcañiz y Peñíscola, con un único ascenso de tercera categoría, por lo que seguramente no habrá muchas novedades. El martes será el segundo día de descanso, pero el miércoles regresa la montaña, con un final en una subida de primera categoría.

El jueves es un día para que se luzcan los pocos embaladores que quedan en el lote, y el viernes la crono de 37 kilómetros, en la que Froome es favorito.

No obstante, el campeón apenas podrá comenzar a sentirse como tal cuando termine la jornada del sábado, otra paliza para los pedalistas, pues tiene cuatro cimas de segunda categoría antes de la meta, en un ascenso de categoría especial.

“Hay que ser realistas, porque todavía puede pasar cualquier cosa, pero dimos un gran paso hacia el título. Ahora toca trabajar duro para ganar la camiseta roja con Nairo. Vamos a dedicarnos a estar cerca de él y a cuidarlo, porque estoy seguro de que vendrán ataques”, dijo el veterano Alejandro Valverde, el gran gregario de Quintana desde que está en el Movistar.

“Con corredores de este nivel, uno no puede decir que ganó la Vuelta y tampoco que la perdió, a no ser que quede ya demasiado lejos, como en mi caso. Lo que nadie puede dudar es que quedamos en una posición privilegiada para lo que resta. Ahora podremos manejar con más calma la situación y serán los rivales quienes tengan la preocupación de sacarnos tiempo”, agregó el español, que el sábado perdió más de 10 minutos en la general.

Y tiene razón. Nairo, superlíder, correrá ahora a la defensiva. Su único objetivo será llegar vestido de rojo a Madrid y conquistar por segunda vez para Colombia el título de la Vuelta a España, luego de que Lucho Herrera lo hiciera en 1987. Sería también su segunda grande, tras el Giro de 2014.

La cereza en el pastel para los escarabajos podría ser un podio de Esteban Chaves, para quien también sería una hazaña teniendo en cuenta que pelea por un lugar nada menos que con dos históricos: Froome y Contador.

Por Redacción Deportiva

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