Paula Patiño, una colombiana más en la élite del ciclismo

La corredora de 22 años hace parte del Movistar Team y debutó esta temporada en el World Tour. Nació en La Ceja, Antioquia. Se formó junto a Fernando Gaviria.

Andrés Montes Alba - @amontes023
09 de mayo de 2019 - 03:51 a. m.
 Paula Patiño en un entrenamiento con el Movistar Team Femenino. / Bettini – Movistar Team
Paula Patiño en un entrenamiento con el Movistar Team Femenino. / Bettini – Movistar Team

El primero de enero de 2019, el Movistar Team publicó una imagen. En ella se ven a siete pedalistas sonrientes. Sus apellidos: Quintana, Anacona, Betancur, Carapaz, Amador y Sepúlveda. Juntos acumulan grandes vueltas e infinidad de triunfos por etapas. Pero la sorpresa no fue ninguno de ellos. La noticia fue una mujer que, a sus 22 años, llegó a una escuadra de la categoría World Tour. Se llama Paula Patiño y es de una tierra que respira ciclismo: La Ceja (Antioquia).

Los inicios de Paula fueron junto a Fernando Gaviria. Estaba en el mismo club que dirigía don Hernando, el papá del mejor velocista que tiene Colombia. Con ellos consiguió figurar en carreras locales en el Oriente antioqueño y así llamó la atención de Carlos Mario Jaramillo, director del Coldeportes-Zenú.

Ese salto fue vital para que Paula comenzara a destacarse en el lote nacional. Aunque también lo intentó en el ciclismo de pista. En 2016 consiguió una medalla de plata en la persecución por equipos en el campeonato nacional de pista.

Pero el año en el que Paula comenzó a llamar la atención fue 2017. En esa temporada ganó una presea de bronce en los Juegos Bolivarianos y una victoria de etapa en la Vuelta a Colombia Femenina.

Ese buena temporada hizo que la Unión Ciclística Internacional (UCI) apostara por su talento.

El Centro Mundial de Ciclismo de la UCI es un complejo deportivo que desde 2002 alberga todos los años a 100 ciclistas para que se capaciten y fortalezcan sus habilidades. En parte, el programa funciona para darles la oportunidad a los deportistas de países en desarrollo para que tengan las condiciones que no hay en sus países de origen. El año pasado, una de esas 100 fue Paula.

“Eso fue duro porque iba a salir por primera vez de mi casa. Al inicio fueron seis meses sin tener ningún contacto con Colombia. Todo eso cuesta, pero aguanté porque sabía que las oportunidades solamente se presentan una vez, y pensando así fue que mantuve la ilusión de hacer las cosas muy bien”, recuerda la corredora desde México, país en el que la semana pasada obtuvo una medalla de plata en el Panamericano de Ruta, con la selección de ciclismo.

La temporada en Aigle (Suiza) le sirvió para fortalecer desde la postura hasta la ubicación.

“Me faltaba mejorar en el aspecto de acomodarme mejor en el pelotón y de estar luchando las primeras posiciones. En Europa se corre diferente, en parte porque las carreteras son más estrechas y uno en Colombia crece respondiendo a los ataques”, apunta.

Pero su paso por Suiza no solo le ayudó en sus capacidades individuales sino que le dio la oportunidad y la ventaja que muchas otras ciclistas no tienen. Siempre es más fácil mostrarse en Europa. “Cuando yo estaba en la UCI, Movistar estaba buscando una latinoamericana. Siguieron todo el año pasado mis carreras”. Sin dudarlo, fue una motivación extra. “Siempre sentí que tenía encima los ojos de ellos”.

El trato se cerró en el campeonato del mundo del año pasado en Austria. “Eusebio Unzué fue al hotel donde nos estábamos quedando y me preguntó si quería estar en el equipo. Me dijo que si me llamaba la atención correr con ellos. Eso me dio hasta risa, como si uno tuviera que pensarlo”, recuerda.

¿Qué es lo más sorprendente de pertenecer a un equipo femenino World Tour? Para Paula: la infraestructura. Hoy lo tiene todo. Su única preocupación es prepararse bien, entrenarse a fondo y esperar que los resultados lleguen.

“Con Paula parecía que tenía tres compañeras en lugar de una”, aseguró Eider Merino, corredora española y referente de la escuadra femenina. Como ha ocurrido durante muchos años con los hombres, Paula es buena en la montaña y se ha ganado un puesto siendo gregaria.

Por lo menos este año no estará en el Giro de Italia femenino, pero espera seguir haciendo historia, ya no como la primera colombiana en el World Tour, sino como la mejor ciclista que ha dado nuestro país. Con los mismos colores con que lo ha hecho Nairo Quintana, espera poner su nombre, tal cual como el boyacense, en los libros de historia del deporte nacional.

Por Andrés Montes Alba - @amontes023

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