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La primera etapa de gran montaña del Giro de Italia no dejó demasiadas víctimas, pero alcanzó a mostrar que el reinado de Chris Froome en el ciclismo mundial está por concluir. El equipo Mitchelton Scott de Australia se mostró en la primera semana como el más fuerte de la carrera y es el que está machacando sus rivales mientras que el Astana de Miguel Ángel López se hunde por errores incomprensibles en una prueba de esta naturaleza.
Como habíamos comentado la primera gran jornada de montaña del domingo no iba aún a mostrar quienes iban a pelear el Giro, pero sí a los que iban a hundirse y a perder buena parte de la opción que se les daba al inicio de la competencia. El primer damnificado fue el italiano Fabio Aru quien en su terreno cedió más de un minuto ante Yates, Chaves y Pinot y ya pierde más de dos minutos con el líder.
Pero el mayor damnificado en una etapa que solamente se disputó en serio en los dos kilómetros finales fue el campeón del Tour, Chris Froome, quien perdió terreno y ni siquiera tuvo fuerzas para seguir la rueda de sus coequiperos, en especial la del colombiano Sergio Luis Henao, quien se entregó entero para que perdiera el menor tiempo posible. En los pocos momentos en que se han presentado ataques de los favoritos se ha ido al último puesto del lote y poco a poco se entrega. Este no es el corredor que ganó cuatro Tours consecutivos, bien sea porque la edad comienza a pesarle (en seis días cumplirá 33 años), o porque le están haciendo falta los medicamentos que utilizaba o también porque la presión que ha tenido que soportar en los últimos meses por su positivo en la Vuelta a España y la demora en su resolución le ha bajado la moral.
Lo que pasará con él por ahora es un misterio. Ya tiene en su bolsillo un buen dinero que le garantizó la organización por su participación y aunque se ve muy complicada una “resurrección”, no hay que descartarla del todo, pero otra opción que tiene es el olvidarse de la victoria y dedicarse a preparar el Tour donde va a encontrar corredores mucho más fuertes que los que ahora lo están superando, como Nairo Quintana y su Movistar que estará en la prueba francesa con sus cartas principales.
Nadie se puede explicar lo que está haciendo el equipo Astana de Miguel Ángel López. El domingo sin que tuvieran ninguna obligación de llevar el ritmo de la etapa, porque esta tarea le corresponde al Mitchelton Scott del líder, se fueron en bloque a la punta e impusieron el ritmo en casi todo el ascenso. O el técnico está creyendo que están sobrados y está actuando como un loco o el líder colombiano los está mandando a hacer una tarea que solamente deja como resultado el dejarle el plato servido a sus contrincantes cuando la meta está cerca.
Para Esteban Chaves la situación se ve por ahora muy complicada por el excelente rendimiento de Simon Yates. Es el corredor que más se favorece con la calma del pelotón pues da la impresión de que todos están contentos con los bajos promedios de las etapas y el respeto que se tienen los hombres fuertes y él marcha protegido por su equipo para buscar tiempo en el kilómetro final. Como va este Giro, sin verdaderos ataques de los duros de la montaña, con los que podrían hacer daño a quienes no son escaladores puros, la carrera está inclinándose del lado de quienes aguantan en la montaña y se lucen en las etapas a cronómetro. Ya saben que solamente están regalando segundos en los finales en alto para esperar darle la vuelta a la clasificación en la fracción en solitario de la última semana. Tom Dumoulin, Thibaut Pinot y George Bennet y hasta el mismo Simón Yates van a tratar de que el Giro marche a este ritmo cansino que ha caracterizado la primera semana.
¡Qué diferente este Giro al que le tocó, hace un año, a Nairo en el que se atacaba sin piedad en todos los terrenos!