
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hasta lesionado Rigoberto Urán se ve fuerte. No se nota que hace poco haya pasado por los días más difíciles de su carrera profesional, tras una caída en la Vuelta a España 2019 que le obligó a retirarse por sufrir múltiples fracturas en las costillas y en la clavícula y tener que estar internado en una clínica de Barcelona por 23 días.
A la distancia no se ven muestras de dolor, sin embargo, el brazo izquierdo no lo puede levantar, por lo que por estos días no está pudiendo subirse a la bicicleta a entrenar y le toca dedicar la mayoría de su tiempo a fisioterapias y eventos comerciales.
2019 no fue como lo soñó. Aunque en el Tour de Francia, su máximo objetivo, tuvo una digna participación, terminando en la séptima casilla, no pudo disputar las clásicas de fin de año por ese duro golpe en la ronda ibérica.
Claro que lo más importante para él es estar bien, poder seguir viviendo y con la posibilidad de recuperarse para el próximo año estar en las grandes carreras (Giro o Tour) y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“Fueron momentos difíciles los que pasé ahora en la clínica, los peores de mi vida diría yo. Fue un accidente muy grave pero nos caemos y nos volvemos a levantar y eso es de seguir soñando”, le dijo a El Espectador.
Por sus condiciones actuales, no está pudiendo subirse a la bicicleta, algo que espera hacer a finales de noviembre.