Rodrigo Contreras regresa a la élite del ciclismo

El cundinamarqués corre con el Astana en la actual edición de la Vuelta a Cataluña.

Andrés Montes Alba - @amontes023
27 de marzo de 2019 - 03:54 a. m.
En marzo, Rodrigo Contreras ganó la octava etapa del Tour de Ruanda. También corrió la pasada edición del Tour Colombia.  / Astana Pro Team
En marzo, Rodrigo Contreras ganó la octava etapa del Tour de Ruanda. También corrió la pasada edición del Tour Colombia. / Astana Pro Team

La élite del deporte mundial siempre ha sido un privilegio para unos pocos. Por eso llegar es tan complicado, tan sufrido y tan valorado. Pero así como ser de talla internacional es una fortuna, también es un castigo. Aún más cuando no todo sale como debería o como muchos esperarían. En Colombia, llegar a ser alguien es difícil, ser deportista profesional aún más y estar en lo más alto del oficio que se practique es único. Rodrigo Contreras, a sus 24 años, ha vivido la gloria y la desdicha.

En 2015, llegó al Etixx Quick-Step, en el que también estaban Rigoberto Urán y Fernando Gaviria. El equipo belga, que hoy se llama Deceuninck-Quick-Step, fue el que le dio la oportunidad de correr en el World Tour, la máxima categoría del ciclismo del mundo y el lugar soñado por millones de deportistas que se dedican a ganarse la vida montados sobre los pedales.

Era un colombiano más en Europa, un pedalista que había brillado con el Coldeportes Claro y tenía todas las capacidades para hacer parte de esa nueva generación del ciclismo nacional. Pero, así como la vida trae golpes de suerte y buenas rachas, también llega con momentos difíciles que ponen a prueba el carácter. Con el Etixx, su estado de ánimo decayó como sus resultados: el equipo lo mandó a disputar pruebas de un día, con poco protagonismo y cuando competía lo hacía en carreras intrascendentes.

Ahí tomó una gran decisión, una que poco acepta la sociedad: reconocer el fracaso. Rodrigo decidió parar y dar marcha atrás. Volver a Colombia, donde fue importante y buscar esa confianza que es tan vital en un hombre. Esa misma tierra le dio la oportunidad, nuevamente, de ganar cosas, de levantar los brazos y de saborear el triunfo.

El 2018 fue mejor para él: dos medallas de oro. Una en los Juegos Suramericanos y otra en los Centroamericanos y del Caribe, más otros dos triunfos de etapa en la Vuelta a Colombia. Un palmarés que acompañó de buenas actuaciones en las demás carreras nacionales. “Desde mayo del año pasado sabía que iba a volver al World Tour. No era un rumor, yo ya lo tenía concretado, mas no firmado. Por eso nunca dije nada”.

La vuelta a la élite era un hecho y con 24 años iba a tener una revancha, esta vez con el Astana, una escuadra quizá menos hostil y sin tanta competencia.

Desde diciembre viene preparándose para correr en Europa, ya que antes estuvo en los Nacionales de Ruta, el Tour Colombia y en el Tour de Ruanda, en el que ganó una etapa. Su vuelta al Viejo Continente se dio desde el pasado lunes en la edición 99 de la Vuelta a Cataluña.

“Estuve en diciembre en Altea (España), donde hice junto al equipo una preparación excelente para el año. Lo que planifiqué me dejó tranquilo y contento, porque son carreras que me sientan muy bien y porque sé que voy a poder ayudar a Miguel Ángel López”. Contreras tiene claro su papel de gregario.

“Hoy vuelvo con un bajo perfil. Sé que voy a trabajar no solo para Miguel Ángel, sino también para Jakob Fuglsang y Alexey Lutsenko. Voy a ir poco a poco para ganarme mi espacio. Mi ilusión es pelear grandes carreras”, señala el cundinamarqués.

Hasta este domingo estará en la Vuelta a Cataluña, luego irá al Tour de Turquía, la Lieja-Bastoña-Lieja, la Flecha Valona y la Vuelta a Suiza. Si hace las cosas bien y se cumple esa promesa a sí mismo de ser el mejor y darlo todo, el Giro de Italia podría ser su gran carrera para acompañar a Miguel Ángel en su sueño de vestir de rosa. Por ahora en la ronda catalana será una rueda de auxilio más.

Su historia en la élite fue fugaz. En un parpadeo lo logró todo y llegó a Europa. Y así de rápido tuvo que renunciar a ello. ¿Qué levanta a un deportista cuando la frustración lo reina? La disciplina.

“El hambre de estar en el primer lugar es la que te hace ser disciplinado”. Y aún más en un deporte tan solitario como este de las bielas. “Hay ciclistas que a veces nacen con todas las condiciones, pero el trabajo hace la diferencia”. El futuro siempre está en lo que hacemos por nosotros mismos en el presente, eso lo tiene claro Contreras. Todo lo anterior lo cuenta un hombre que no necesita ejemplos porque él mismo ha sido su mejor entrenador. La recompensa es clara y está de vuelta en la élite viviendo su sueño.

Por Andrés Montes Alba - @amontes023

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