Sam Bennett, el ganador de la tercera etapa de la París-Niza

Este martes, el ciclista irlandés Sam Bennett, del Bora, se impuso en el embalaje final de la tercera etapa de la París-Niza y se quedó con el triunfo tras un recorrido de 200 kilómetros entre Cepoy y Moulins-Yzeure. El mejor colombiano del día, Nairo Alexander Quintana Rojas, del Movistar, que finalizó en la posición 30. Egan Bernal, del Sky, es quinto en la clasificación general, a 17 segundos del líder, el holandés Dylan Groenewegen, del Team Jumbo-Visma.

Bennett, que ya alzó los brazos en la "Carrera del Sol" en 2017, se impuso con un tiempo de 5h.16.25 por delante del australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) y del holandés Fabio Jacobsen (Deceuninck). Groenewegem, vencedor en las dos primeras etapas, fue noveno.

Hubo intentos de escapada, pero el control del Jumbo Visma del líder marcó la disciplina del grupo, empeñado en buscar un triplete histórico de Groenewegem. Dos hombres del Delko Marseille, Ramunas Navardauskas y Alessandro Fedeli (Delko Marseille) llegaron a tener 5 minutos de adelanto en el kilómetro 65, pero en el 162 fueron cazados. (Así fue la caída de Rigoberto Urán en la París-Niza)

Entonces ya se había retirado el italiano Fabio Aru, el líder del Emirates y ganador de la Vuelta 2015. Una París-Niza accidentada, con 11 abandonos en 3 días. Luego una caída masiva volvió a alterar la calma. Medio pelotón quedó atrapado en el estrechamiento de un puente a 32 kilómetros de meta.

El otro medio esperó, ya en plena fase de aproximación a Moulins-Yzeure, pequeña comunidad de Auvernia. El Sky decidió asfixiar a grupo principal con un ritmo tremendo que enseguida provocó cortes. A 7 de meta la escuadra británica con Rowe, Kwiatkowski y Bernal, dirigía las operaciones con autoridad, implacable, aprovechando la entrada del viento por la derecha.

Finalmente hubo reagrupamiento a 2 kilómetros de meta, con un esprint ya cantado. El Groupama puso su tren para Demare y el Bora, para Bennett. Cuando Dylan Groenewegem quiso llevar la voz cantante se encontró con el irlandés, que llegaba desde atrás imparable. Rompió el pronostico y evitó el triplete de su rival. La cuarta etapa se disputará este miércoles entre Vichy y Pélussin, con 211 kilómetros de recorrido y perfil ondulado.

Este martes, el ciclista irlandés Sam Bennett, del Bora, se impuso en el embalaje final de la tercera etapa de la París-Niza y se quedó con el triunfo tras un recorrido de 200 kilómetros entre Cepoy y Moulins-Yzeure. El mejor colombiano del día, Nairo Alexander Quintana Rojas, del Movistar, que finalizó en la posición 30. Egan Bernal, del Sky, es quinto en la clasificación general, a 17 segundos del líder, el holandés Dylan Groenewegen, del Team Jumbo-Visma.

Bennett, que ya alzó los brazos en la "Carrera del Sol" en 2017, se impuso con un tiempo de 5h.16.25 por delante del australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) y del holandés Fabio Jacobsen (Deceuninck). Groenewegem, vencedor en las dos primeras etapas, fue noveno.

Hubo intentos de escapada, pero el control del Jumbo Visma del líder marcó la disciplina del grupo, empeñado en buscar un triplete histórico de Groenewegem. Dos hombres del Delko Marseille, Ramunas Navardauskas y Alessandro Fedeli (Delko Marseille) llegaron a tener 5 minutos de adelanto en el kilómetro 65, pero en el 162 fueron cazados. (Así fue la caída de Rigoberto Urán en la París-Niza)

Entonces ya se había retirado el italiano Fabio Aru, el líder del Emirates y ganador de la Vuelta 2015. Una París-Niza accidentada, con 11 abandonos en 3 días. Luego una caída masiva volvió a alterar la calma. Medio pelotón quedó atrapado en el estrechamiento de un puente a 32 kilómetros de meta.

El otro medio esperó, ya en plena fase de aproximación a Moulins-Yzeure, pequeña comunidad de Auvernia. El Sky decidió asfixiar a grupo principal con un ritmo tremendo que enseguida provocó cortes. A 7 de meta la escuadra británica con Rowe, Kwiatkowski y Bernal, dirigía las operaciones con autoridad, implacable, aprovechando la entrada del viento por la derecha.

Finalmente hubo reagrupamiento a 2 kilómetros de meta, con un esprint ya cantado. El Groupama puso su tren para Demare y el Bora, para Bennett. Cuando Dylan Groenewegem quiso llevar la voz cantante se encontró con el irlandés, que llegaba desde atrás imparable. Rompió el pronostico y evitó el triplete de su rival. La cuarta etapa se disputará este miércoles entre Vichy y Pélussin, con 211 kilómetros de recorrido y perfil ondulado.